Historias de oficina -20-
Fecha: 01/07/2019,
Categorías:
Hetero
Erotismo y Amor
Autor: Danuss, Fuente: CuentoRelatos
atacar, pero lo evito con suma facilidad antes noquearlo con dos golpes certeros en el mentón. Su compañero retrocedió dos pasos automáticamente. Michael se agacho para buscar la macana del hombre inconsciente. El segundo guardia lo observo durante unos segundos antes de atacar. Comenzó dando una serie de fuertes patadas, aunque ninguna de ellas logro tocarlo, retrocedió asustado y volvía a la carga. Tiro una fuerte patada, pero al fallar recibió un fuerte golpe en la frente. Un claro hilo de sangre comenzó a bajar por ella, notablemente mareado ataco una tercera vez recibiendo un fuerte golpe en el estómago, retrocedió dos pasos antes de dejarse caer de rodillas. Me observo con la mirada vacía durante unos pocos segundos antes que un fuerte golpe en el rostro lo dejara inconsciente como su compañero. Me apresure a tomar las llaves de mis esposas liberándome de una vez. —Arriba Mariza, nos vamos agarra el handie. Apúrate – ordeno mientras espiaba por la puerta que no se acerque nadie – ¡Ya, ya, ya! —Ya voy. Salimos de la habitación hacia un pasillo completamente gris, pobres luces fluorescentes iluminaban nuestro camino, Michael me tomo del brazo obligándome a correr. —¡Para! No tenemos idea de a dónde vamos. —Seguime, no pienses. Corrimos por un pasillo lo más rápido que podíamos, derecha, izquierda, derecha nuevamente parecía que sabía perfectamente a dónde dirigirse. Llegamos a un ascensor completamente negro, Michael contaba en silencio mientras el indicador mostraba ...
claramente que alguien descendía del segundo subsuelo hasta el tercero donde estábamos nosotros, las puertas se abrieron. Nos acurrucamos lo más posible contra una de las paredes rogando que el guardia no mirara para donde nos encontrábamos. —Por la puerta, vamos – ordeno mi compañero apenas paso el peligro. Subimos por lo que parecía ser una escalera para casos de emergencia, iluminada por una tenue luz roja. Mi bolsillo comenzó a vibrar, alguien hablaba por el Handie. —Ramírez, Urquiza ¿Dónde están?... ¿Me escuchan?... ¡Respondan! Las alarmas se dispararon, las tenues luces rojas ahora titilaban un número infinito de veces mientras Michael prácticamente me llevaba a la rastra totalmente desesperado —¡Dale, dale, dale! Deben estar registrando todo el edificio, piso por piso. —¡Ya voy, va voy! —Dale, tenemos poco tiempo. —Dame un segundo – mi respiración estaba acelerada, tuve que sostenerme de la baranda de la escalera para no caerme – Me siento mal. —Tranquilízate, te vas a hiperventilar. —¡Ahora resulta que soy una prófuga de la justicia! —Mariza. —¡Nos van a agarrar o nos van a matar! —Tranquila —¡No me quiero morir acá! Un fuerte cachetazo impacto contra mi rostro. —¿Mejor? – Asentí más relajada, sus manos sostuvieron mi rostro mientras me miraba atentamente a los ojos – estas a salvo. Subimos cuatro pisos hasta llegar al piso que creíamos el correcto. Apenas salimos nos encontramos con un guardia, levanto su arma contra nosotros, pero Michael lo sujeto apuntando su arma ...