Un viudo joven: Tania, mi fogosa ahijada
Fecha: 01/07/2019,
Categorías:
Grandes Relatos,
Bisexuales
Autor: Fernando X, Fuente: CuentoRelatos
... ¡¡¡SIIIIIII!!!, que aprobaba la doble intromisión de la que era objeto, ahí sí, entre más fuerte y profundo arremetía sobre ella, aprovechaba para ingresar otros dedos en su recto, mientras el medio y el índice se clavaban salvajemente dentro de ella, yo estaba a punto de correrme y note que ella volvía a sufrir otro espasmo en todo su cuerpo, su tercer orgasmo llego junto con una corrida de mi parte que seguramente por la cantidad, le estaba llenando toda su vagina. Cuando sentí que me había vaciado dentro de ella, saque mis dedos de su cola, mi verga de su chocho y acercándome a su cara le di mi fierro a su boca para que terminara de vaciarlo y limpiarlo. Algunos minutos le tomo a Tania, retomar su estado normal, estaba totalmente ida, jamás le habían hecho el amor de esa manera, solo en alguna ocasión, su pareja le había hecho llegar a un orgasmo, nunca se imaginó que era posible tener tres tan seguido, jamás le habían tocado y mucho menos insertado algo en su ano, su mejor amante le había regalado escasos 5 o 10 minutos de placer, jamás nadie le había proporcionado casi media hora de locura. Ya más tranquila, me pidió hablarle sobre su madre, platicamos sobre algunos de mis encuentros con ella, pero jamás las compare entre ambas, pues cada una era especial. Su vulva empezó a vaciarse de forma simpática, expulsaba aire y líquidos por ella, causando ruidos como pequeños pedos, eran incontrolables de su parte y esto nos causó bastante gracia. Ahí le comente para su ...
... tranquilidad, que yo estaba operado y me era imposible embarazarla, y ella me contesto que desde hacía varios años ella se cuidaba con un parche colocado en su espalda. Nos mantuvimos en la cama, y después de un rato, empezó a buscar mis labios nuevamente para tratar de lograr excitarme nuevamente, iniciamos un faje riquísimo, mi ahijada rápidamente se humedeció y se puso calientísima, más mi amigo todavía tardo un poco en reaccionar, no fue, sino que hasta que ella se lo llevo a la boca y empezara a darle una mamada de campeonato, que mi verga retomo su máximo tamaño. Nos acomodamos en la cama, para volver a darle una rica mamada en su cuquita, mientras con mis dedos empezaba a sobarle el recto, cuando empezó a sobre humedecerse, tomé sus jugos para limpiar su cola y a continuación comerme su culito con unos besos negros que la estaban volviendo loca, después de esto, empecé a darle con los dedos poco a poco para ir abriendo su esfínter anal. Tania pedía a gritos que la poseyera, después de cubrir mi verga con un condón y humedecer su ano con sus propios jugos vaginales, puse la punta justo en su entrada y empecé a tratar de que mi falo ingresara, poco a poco, fui venciendo la estreches de su esfínter y el rechazo natural que mi ahijada ejercía al sentirse penetrada por mi fierro, que era mucho más grueso que cualquiera de mis dedos, hasta lograr que la cuarta parte de mi verga estaba dentro de las tripas de Tania, ella estaba adolorida pero desesperada a la vez de sentirse ...