1. Mi vecino aprovecha mi error


    Fecha: 19/06/2019, Categorías: Anal Sexo con Maduras Tabú Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... voluntad, sin que yo pudiera hacer nada para evitarlo…“Te gusta que te haga el culo?... te lo voy a llenar de leche caliente…”Repentinamente todo se volvió borroso… incluso la voz de David, que seguía humillándome mientras me empalaba la cola con toda su furia.Lo único patente que yo sentía era esa dura y gruesa verga entrando y saliendo a voluntad de mi indefenso culo. Mis gemidos se volvieron jadeos, mis manos se aferraron con más fuerza al borde de la mesa y finalmente mis rodillas flaquearon.El orgasmo se hizo presente de forma avasalladora mientras mis nalgas se estrellaban una y otra vez contra el vientre de David.“Me voy…me voy…me vas a hacer acabar, hijo de puta!!”. Le grité.Eso pareció aumentar su excitación, porque pronto sentí el semen caliente de David invadiendo mis entrañas…Yo seguía jadeando como loca, sintiendo mi propia acabada que parecía eterna. Por varios segundos estuve sometida a mi tremendo orgasmo…David comenzó a aminorar el ritmo, mientras ahora su verga perdía de a poco su dureza. Su semen pegajoso ya se deslizaba por el interior de mis muslos. Me quedé inmóvil, recostada sobre la mesa.“Gozaste bastante mientras te rompía la cola…” Me dijo sarcasmo.“Me obligaste, hijo de puta” Respondí, tratando de justificar mi propio goce.Entonces David me tomó de un brazo y me hizo girar. Su mano fue hacia mi vientre depilado directamente. Con rapidez y facilidad un par de sus dedos se adentraron en mi vagina, ...
    ... ya que yo abrí mis piernas sin ofrecer resistencia. Sentí otro goce inmediato mientras él comenzaba a acariciar mi clítoris. Perdí el equilibrio y me tuve que abrazar a él mientras apoyaba mi rostro sobre el hombro de ese turro…“Así que yo te obligué? putita…te voy a hacer acabar…en mis manos…”“No… no por favor, no seas tan hijo de puta…” Le supliqué casi llorando.Pero mi propio cuerpo me estaba traicionando, gritando otra cosa, pues nuevamente era sometido a un vendaval de sensaciones. Esos dedos eran realmente dueños de mi concha y de mis jadeos y gemidos lastimosos…“Sí, bebota… soy el hijo de puta que te está haciendo acabar…” Sonrió.Intentaba mirarlo, pero no podía sostener mis ojos abiertos.Ese turro ya me había robado un orgasmo brutal y ahora estaba a punto de alcanzar otro en sus dedos…Finalmente aullé como una poseída y David sacó sus dedos de mi vagina, mientras yo caía al suelo en medio de estremecimientos y temblores.Me quedé recostada sobre la alfombra y David se sentó en una silla.“Esto no termina acá… lo sabías, nena?”. Me preguntó“Sí, ya lo sé…” Le dije con la voz entrecortada.“Te voy a coger muchas veces más… todas las veces que quiera…”“Sí, también lo sé…” Respondí susurrando suavemente.Se quedó en mi casa hasta el amanecer y me cogió tres veces más, haciéndome explotar en unos tremendos orgasmos.Cuando se fue me dijo que yo iba a ser suya cuando él quisiera.Y yo le dije que sí, que era suya para siempre… 
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