1. Miriam en llamas


    Fecha: 18/06/2019, Categorías: Anal Sexo con Maduras Sexo Duro Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... pesar de mi ímpetu y mis embates, todavía seguía siendo bien estrecho y apretado…Durante más de veinte minutos la enculé furiosamente, bombeándola con todas mis ganas, mientras sentía la fricción que esa tremenda estrechez le daba a mi verga.De repente, sin esperarlo, sentí que me vaciaba dentro de su caliente ano, después de taladrarla con tanto salvajismo.Miriam sintió mi descarga y aulló de placer, retorciéndose, tratando de mantener mi verga dura dentro de su culo…Ambos terminamos con nuestros cuerpos empapados en sudor y agotados por ese mete y saca que había parecido durar una eternidad…Miriam se desprendió de mi abrazo y giró, para abalanzarse sobre mi verga chorreante. Cayó de rodillas y sin perder tiempo comenzó a lamer el tronco de mi pija, dejándola reluciente en pocos lengüetazos.Entonces se dedicó a tragarla entera, con el fin de lograr una nueva erección. Cuando lo logró, sonrió satisfecha y susurró con su sedosa voz:“Ahora vamos vas a coger como a mí me gusta, papi…”Me hizo sentar sobre una silla y ella pasó una pierna a cada lado de mi regazo. Sin dejar de incinerarme con su tremenda mirada, fue descendiendo sobre mi verga erecta, hasta que ambos sentimos que su concha lubricada se ...
    ... empalaba en mi dura poronga hasta el fondo.Miriam se quedó quieta unos segundos, me comió la boca aferrándome por la nuca y después volvió a dedicarme su mirada matadora.Comenzó a balancearse sobre mi cuerpo; sus movimientos sicalípticos me volvieron loco, al igual que el calor y la humedad de su estrecha vagina.Cabalgó sobre mi verga por un buen rato, dejando que yo le lamiera las tetas y succionara sus pezones erectos, a punto de explotar.De pronto sentí que mi cuerpo se encendía y un golpe de electricidad me recorría desde los pies. Al mismo tiempo Miriam jadeó con más ganas y entonces ambos acabamos al unísono, teniendo un orgasmo infernal…Ella cayó sobre mi pecho, totalmente vencida, susurrando solamente:“Gracias…”Se levantó saliéndose de mí. La visión de mi propio semen deslizándose entre sus muslos me volvió a excitar, sintiendo un ligero cosquilleo en mi verga. Miriam lo notó, pero comenzó a vestirse mientras sonreía satisfecha.Entonces me sorprendió, tomando su celular para hacer una llamada.Habló con alguien un par de minutos, riendo y haciendo bromas; al colgar me miró fijamente y después sonrió con una mirada cargada de lascivia:“Dice tu mujercita que le compres un catsuit rojo transparente…” 
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