Mi cumpleaños
Fecha: 16/06/2019,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Ramiro, Fuente: CuentoRelatos
Era el día de mi trigésimo cumpleaños. Lógicamente esperaba alguna celebración especial. Mis amigos de toda la vida, eran muy dados a darme sorpresas, pero aquella vez no las tenía todas conmigo, porque el especial día, nos cogió de gira con el grupo musical al que represento. Mi obligación era estar con ellos durante aquellas dos semanas. Con ellos y ellas mantenía una relación puramente profesional, aunque hay que decir que todos los componentes del grupo eran maravillosos. Jóvenes, bien educados y con un sentido musical fuera de lo común, lo que ya implica un alto grado de sensibilidad. En fin, el resultado fue que el día transcurrió sin pena ni gloria y, mi gozo en un pozo, ni siquiera los más allegados a mí, se acordaron de mi cumpleaños. Una llamada de mi mujer y de mi hija al teléfono móvil, fue la única certeza de que no me había confundido de día. El triste día en que cumplí 30 años. Con este ánimo, me fui a acostar a la, eso sí, enorme suite del hotel que había escogido para mí. Estaba decidido, pondría el canal porno de la televisión del hotel y me haría una o dos pajas a la salud de los años que ya no volverán jamás. Claro que antes, me tomé un par de copas en el bar de abajo, en amigable charla con el típico y amable camarero pelota, que en compensación a su amabilidad en tan triste momento se llevó una suculenta propina. Así, me vi en la puerta de la habitación, tratando de abrir con la tarjetita magnética que no conseguía introducir en el sentido correcto, ...
... hasta que un inaudible "clic" me indicó que el paso estaba franco. Al entrar y justo después de cerrar la puerta, un sonoro griterío me sobresaltó ¡¡¡FELICIDADES!!! -Vaya, una fiesta sorpresa... El susto fue impresionante. Tanto que me caí de espaldas en el suelo de la habitación, golpeándome la cabeza con una barra que había en la pared de la habitación. Creo que perdí el conocimiento... Al despertar, tuve la certeza de que había muerto y no sé dónde había ido a parar. Mi cuerpo no era como siempre había sido, algo "mullido" por la buena vida, sin ser nada despreciable, pero ahora, era simplemente perfecto. Me encontraba encima de la cama, completamente desnudo y podía contemplar los grupos musculares de mi anatomía, perfectamente definidos. No tenía un solo pelo en el cuerpo, ni siquiera en la cabeza... instintivamente me miré el sexo. Ciertamente despampanante. Sin dejar de ser la misma polla que tantos momentos de satisfacción me había proporcionado a mí y a alguna interfecta más, se veía más voluminosa, en un permanente estado de morbidez que le daba un aspecto verdaderamente apetecible. Para colmo, mi piel había tomado un tono dorado casi rojizo, muy atractivo. No pude evitar soltar una sonora carcajada, pero cuando la escuché mi cuerpo tembló aterrorizado, mi voz también sonaba distinta, con un eco grave y tenebroso, pero inmensamente sugestivo. Si aquello era un sueño, empezaba a gustarme y no iba a hacer nada por despertarme. Solo entonces se me ocurrió mirar alrededor, ...