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ESOS ERAN LOS LOBOS
Fecha: 12/06/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: rafles69, Fuente: SexoSinTabues
... a las Navidades me levantó mi madre muy temprano un domingo para decirme que habían matado a mi amigo El Rickys. Alguien lo había atacado a traición y le había encajado un verduguillo por la espalda perforándole un pulmón. Ya herido el chaval le cortaron la yugular y lo dejaron desangrarse muy cerquita de su casa en un callejón oscuro. Quien lo mató dejó sus huellas sobre el charco de sangre pues hasta parecía que se echó un bailecito celebrando su maldita acción. Yo me sentí muy triste y pensé quien podría haber hecho semejante cosa. El Lobo tenía muchos enemigos pues a bastantes cabrones había madreado pero no creía que nadie se hubiese atrevido a matarlo. Dos semanas después el “Lobo Menor” se suicidó colgándose de una viga de su solitaria casa. No soportó la ausencia de su carnal. Habían convivido tanto tiempo juntos, habían pasado tantos tiempos malos y habían gozado de tantas fiestas que era imposible imaginarlos separados. Don Pascual estaba inconsolable, sus dos ayudantes habían sido eliminados en menos de un mes. Se pasaba el día llorando y yo me hacía cargo del negocio que poco a poco se fue hundiendo pues ya no había quien surtiera nueva mercancía. Las visitas de Don Pascual a la cantina se hicieron más frecuentes y un día incluso chocó su ...
... camioneta contra un poste dejándola inservible. Un sábado muy tempranito cuando me disponía a armar el puesto con mi ayudante “Piti” Don Pascual nos llamó y nos dijo que ese día no abriríamos. Nos pagó y nos dijo que fuésemos a ver el beis bol. Me sobó la cabeza y me dijo que era un buen chico. Esa misma noche coincidieron en la cantina Don Pascual y Mateo quien borracho se burló del viejo arruinado. Don Pascual sacó su pistola y de cerquita le vacío la carga al mendigo Mateo. 4 balas le destrozaron la cara y una quinta le hizo estallar una vena del cuello desangrándose hasta morir igual que el Lobo. Don Pascual salió de la cantina y se fue de la ciudad. Nunca más supimos de él. El tiempo pasó inexorablemente y llegando a mis treinta decidí darme el lujo de experimentar un trío con dos mujeres maduras. Volví a mi ciudad y busqué a las muñecas que para ese entonces habían restablecido su amistad y tenían nuevos maridos igual de gamberros que los anteriores. Las encontré, las convencí de ser parte de mi experimento a cambio de una buena gratificación y una tarde nos encerramos en un motel. Ellas seguían igual de bellas y buenotas. Igual que el Lobo, me cogí a las dos e igual que Don Pascual hoy me voy de la ciudad pues no vaya a ser que alguien se sienta celoso.