La relación con mi vecina
Fecha: 03/11/2017,
Categorías:
Masturbación
Hetero
Autor: fran menon, Fuente: CuentoRelatos
... visillo de la ventana de su dormitorio y casi la podía ver desnudándose antes de dormir. Mi apartamento tenía una doble ventana, un pequeño truco que me permitió un día sorprenderla intentando fisgar mis ventanas. Escondida y segura tras sus cortinas quedó un rato buscándome con sus vivos ojos, aquella zorrita me la ponía súper tiesa y sin saber cómo ni porque la sola idea de que quisiera fisgarme me sacó una erección bestial, no me lo pensé y ocupé rápidamente el hueco que ella miraba, simulé no sentirme observado y me tumbé sobre la cama. Abrí la mesita de noche y comencé a releer algún ejemplar antiguo de Penthouse. Temía mirar hacia arriba, cualquier error podría estropearlo todo, pero ''¿Cómo saber si realmente me estaba mirando?''. La chispa acudió rápidamente a mi ingenio, recordé la vieja cámara de video y con todas las prisas del mundo la coloqué en la pequeña abertura de la doble ventana de la cocina, enfocando hacia ella, aún estaba allí, con gesto contrariado. Regresé a mi escenario, como el actor ante la obra de su vida, y simulando cambiarme de ropa abrí un poco más la ventana mirando hacia abajo. Quedé desnudo sobre la cama con aquellas revistas y mi pene tan duro tan duro que parecía llamarla a gritos. Comencé a hacerme rápidamente una paja, sin preámbulos, moviéndome la polla de manera firme y dura, solo paré para cerciorarme de que aún estaba aquella zorrita mirándome. Así que regresé a la cocina y rebobinando la cinta por el visor comprobé como estaba ...
... allá, mordiendo sus labios, acariciando sus tetas, chupándomela con deseo tras la ventana, y como también cuando me acerqué a la ventana de manera asustada se echó hacia atrás. Tenía que jugarme el todo por el todo, por fin sabría si realmente mi vecina era digna de tener aquel par de tetas o por contra la naturaleza había desperdiciado aquellos dones en una pobre y simple estupidita. Si era tonta no ocurriría nada distinto de perderme aquel morbo si me lanzaba, si sabía realmente lo que quería en la vida todo estaría hecho. Mi vecina miraba y miraba la forma en que me pajeaba cuando coloqué sobre mi cama una enorme cartulina que decía: ''Me gustas, quiero que me la chupes... ¿qué dices? ¿Te animas?... anda, baja... ¿si? Hemos empezado mal así que es hora de ser buenos vecinos''. Después miré hacia arriba y saludé con la mano mientras sin pudor alguno le mostraba mi gruesa polla, desapareció rápidamente y solo un portazo se pudo oír tras la ventana. Algunos minutos después llamaba a mi puerta. -¿Estas vestido?... -Sí, por favor, pasa. Solo una ligera bata me cubría y aun dejaba entrever mi erección, la verdad es que me sorprendió su discurso: -Mira tío, no sé de qué vas pero conmigo vas listo, te has pasado mogollón, eres un baboso de primera. ¿Qué mierda te crees? ¿Acaso pensaba que no tendría ovarios para decirte en tu cara lo sucio que eres? He bajado para darte una patada en esos huevos de marica que tienes y llamar a la policía, ¿Sabes que es un delito lo que estás haciendo? ...