Viajando en el tiempo (4)
Fecha: 03/11/2017,
Categorías:
Grandes Series,
No Consentido
Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos
... volvía a sacarla, sin dejar de presionar con el suave roce de la lengua hasta que llegaba al capullo. El jeque estaba en la gloria. Metió dos dedos en el coño y siguió con la lengua en el clítoris, sintiendo cómo en un momento, ella alcanzaba un fuerte orgasmo. Cuando vio que había acabado, sacó los dedos del coño y se los metió en el ano. -Oooohhh. Siiiii. Mi señor, me encanta lo que me está haciendo. La hizo moverse para quedar a cuatro patas delante de él, se la metió varias veces en la fuente en la que se había convertido su coño y la apoyó en la entrada de su ano. Ella dejó pasar la punta y apretó el esfínter para el resto, como le habían enseñado. -Hummmm. ¿Es la primera vez que te la meten por aquí, cristiana? -Sí, mi señor. Mi marido lo intentó pero me hacía mucho daño. No como usted, que lo hace tan suave que casi no noto dolor. –Era lo que les habían dicho que dijesen la primera vez que les diesen por el culo. El jeque, orgulloso de ser el “primero” en horadar ese agujero, la folló con ganas, dándole dos nuevos orgasmos antes de llenarle el culo con su corrida. Cuando se recuperó, se levantó de la cama, tomó una bolsa de la mesita contigua, y sacó unas monedas de oro que depositó junto a ella. -Te has portado muy bien y me has hecho disfrutar mucho. Sirva esto como reconocimiento. -Pero… Mi señor, esto es demasiado, anoche ya me disteis el collar… -Calla y acepta lo que te doy. Ahora te traerán algo de comer. Descansa, báñate o haz lo que quieras. Cuando desees ...
... irte, un vehículo te estará esperando en la puerta. Y sin más, desnudo como estaba, se marchó. Al momento entraron dos doncellas con sendas bandejas de comida y bebida que comió con ganas. Luego manifestó su deseo de bañarse y la llevaron a un enorme baño, más bien una piscina, donde llegó desnuda y fue metiéndose en el agua por una serie de escalones que penetraban hasta el fondo, sintiendo que estaba a una temperatura ideal. Ambas sirvientas se desnudaron y entraron con ella, lavando su cuerpo con finos jabones y limpiando su coño y culo con otros especiales. Como no podía ser menos, la droga que les daban hizo su efecto y al momento estaba más que excitada. Las doncellas la hicieron sentarse en el primer escalón, y mientras una llevaba su boca a los pezones, la otra iba directa a su coño, intentando meter un dedo, pero al ver que se lo absorbía como una aspiradora, metió tres y puso sus labios sobre el clítoris. Lanzó un fuerte gemido, que fue neutralizado por los labios y lengua de la otra en su boca, mientras su mano seguía frotando y presionando sus pezones. Con un par de orgasmos a su favor, las doncellas pudieron terminar de dejarle limpios el coño y ano. Cuando terminaron, la ayudaron a vestirse y recoger el collar y las monedas. Cuando estaba lista para salir, preguntó la hora, anunciándole que eran poco más de las doce del mediodía. Al salir, como había dicho el jeque, había un coche que la llevó a su destino, el lugar de donde había salido. Allí la mujer que la había ...