Viajando en el tiempo (4)
Fecha: 03/11/2017,
Categorías:
Grandes Series,
No Consentido
Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos
... habían hecho con ella. Era la primera vez que se veía en un espejo y no pudo menos que levantarse para contemplarse completamente. El óvalo de la cara, afeado por las gruesas gafas, quedaba ahora perfectamente visible, los ojos, que normalmente se veían hundidos y con ojeras, tenían ahora la profundidad justa. Vio una cara bonita, a pesar del pelo mojado y sin peinar, y un cutis fino, como nunca hubiese pensado tener. Sus pechos tenían el mismo tamaño, que era el que a ella le gustaba, pero se veían más tiesos y con pezones más grandes. Sus anchas caderas estaban ahora perfectamente modeladas y delimitadas y sus gruesos muslos se encontraban perfectamente estilizados. Por un momento, pensó que no era su cuerpo o que estaba ante uno de esos espejos que alteran tu imagen. Cuando la peinaron y vistieron con un vestido de noche escotado por delante hasta debajo de sus pechos y por detrás hasta el límite de la raja de su culo, negro, pero con piedras brillantes y con unos tacones altísimos, que les habían hecho practicar en las clases de gimnasia, no se podía creer la imagen que devolvía el espejo. En aquel momento no se hubiese cambiado por la mujer más hermosa del mundo. Ella que nunca había tenido dinero para comprarse cosas bonitas que le sentasen bien, que nunca había entrado en una boutique porque no tenía dinero para esos gastos, ahora se sentía la reina del mundo. Solo por eso, estaba dispuesta a hacer lo que le pidiesen. Fuera lo que fuera. Por fin, sin más aditamentos ...
... que un pequeño bolso con un set de maquillaje, pasó a la siguiente estancia, donde había dos cabinas acristaladas y un hombre que enseguida le dio instrucciones. -Entra en la cabina de la derecha, llegarás a una estancia donde te espera una mujer. No digas nada. Te acompañará a tu destino. Se trata de un jeque árabe que le gusta follarse a mujeres occidentales no prostitutas habituales. -Si pregunta, cuéntale que estás casada, que tienes un hijo y que haces esto porque los negocios de tu marido van mal y necesitáis dinero. Nada más. La época es los años 60, más concretamente el 67. No muestres extrañeza por nada y alaba el buen gusto y la riqueza del jeque. Le dio una especie de moneda o medalla y le dijo: -Cuando hayas terminado, pasarán a recogerte, pero si hay algún problema o no lo hacen, sitúate en un lugar oculto y presiona con dos dedos, ambos lados de esta moneda. Procura que no te vea nadie. Mientras hablaba la había llevado hasta la cabina y la hizo entrar. Sin esperar respuesta, se acercó a una máquina y pulsó varios botones. Eva vio que la puerta se abría y entraba otra de sus compañeras, sintió un leve mareo que le hizo apoyar ambas manos en los lados de la cabina y la escena cambió y se convirtió en una habitación paredes desnudas y sin muebles, donde había una hermosa mujer. Se acercó rápidamente para sujetarla. -¿Estás bien? –Le preguntó. -Sí, sí. Sólo ha sido un pequeño mareo. -Es normal las primeras veces. Pronto te acostumbrarás y no sentirás nada. Ahora ...