Nina Cap. XIII - Relatos Eróticos

Nina Cap. XIII

... metí un tercero que la hizo dejar salir un gemido de placer y dolor, tomando la pinga en mis manos nuevamente la coloque en las puertas de su culo y con una sonrisa le dije al chico que estaba lista para que la destrozara, este con un pequeño empujón logro que la cabeza entrara y con eso mi hermana empezó a retorcerse para que se la sacara del culo pero yo la calle con un beso de lengua y con una seña al chico le dije que aprovechara y la metiera toda de una vez a lo que con un solo empujón la entero en su culo haciendo que gritara en mi boca, pero como estaba con sus piernas bien abiertas y con los tobillos tomados por el chico y yo con mi cuerpo encima de ella no podía soltarse haciendo sus movimientos totalmente más excitantes al chico en su pinga por la rotación de su cuerpo, como todo el dolor paso y el chico podía moverse libremente en su culo, metiéndola y sacándola a su antojo, a todo esto la mayor estaba recogida y había quedado desnuda en el suelo descansando del abuso sexual que había tenido dejando al otro hombre libre a lo que lo invitamos a que se uniera a la perdida de la virginidad de la segunda chica, el que se la cogía por el culo saco su pinga y se la metió por la boca y el otro se la metió por la concha haciéndola que tuviera un segundo dolor por que la pinga de este tenía un poco más grueso que el de los otros dándole un nuevo placer de dolor y de sentimiento a mi querida hermanita que ya tenía su culito desflorando y su conchita llena de pinga, ...

... momentos después los dos chicos la llenaron de semen y sacando las pingas de su hoyos del culo y concha la pusieron a mamar hasta que les limpiara sus pingas bien limpias, momentos después acostados en la alfombra del suelo con mi otra hermana quedaron descansando de tan agotador trabajo ; Un pequeño ruido llamo mi atención y era que mi chiquita está bajo el cuerpo de un chico con su pinga en su coñito y le estaban recetando una cogida kilométrica que cuando llegue a ella su raja estaba tan roja y tan estrechada que ella me dijo que era lo rico que le había pasado en su vida y que quería seguir cogiendo toda la noche y ¿quién era yo para no dejarla que cogiera lo que quisiera?, tomé mis juguetes me masturbe hasta tener mi orgasmo, quedándome dormida con el resto de los chicos.A la mañana siguiente los chicos se retiraron y nos preguntaron que si podían regresar y mis putitas hermanitas les contestaron que si no lo hacían ellas buscarían a alguien más para que se las cogiera en la noche, semejantes putitas, esa siguiente noche fue algo como sacado de una película de horror en la que violan a las mujeres en masa, habían por lo menos tres a cuatro hombres por cada una de nosotras esa noche y a mis hermanas como no estaban acostumbradas a coger con varios al mismo tiempo les toco un poco duro ya que en un tiempo habían hasta cogiéndoselas uno por el culo otro por la concha, por la boca y lo más excitante de todo fue ver a mi chiquita que creí que no lo lograría, darle clases de coger a ...