Despecho
Fecha: 28/05/2019,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... tienes llenadera! ¡Goloso! Me llena de besos mientras mi mano juega con verga. Me encanta su lengua tocando y saliendo succionando mis labios, sus manos me acarician las tetas y el culo. Le beso el cuello, su pecho y termino recargada sobre su pierna mientras me como su verga, sus manos abren mis nalgas. Me fascina tu verga Antonio, el tamaño, no me cabes en al boca por más esfuerzo que hago. Me sienta frente a él, más de sus ricos besos, abre mis piernas y juega con mi clítoris y yo juego con su verga, pelliscos y leves jalones me hacen querer ver más estrellas. Lo monto. Suspiro y golpea mi interior fuertemente. La tienes bien dura, papito. Te voy a cabalgar un rato. Y voy a hacerte venir. Si. Chupa mis tetas. Jala mis pezones. ¿Te gusta como te aprieto, cierto? ¡Sucio! Deja de jugar con mi ano. ¡Apriétalo! ¿Qué si me quiero venir? ¡Si, papito! Me levanta de nuevo y me recuesta frente a él. Abre mis piernas. Me imagino terminar con un misionero, pero su boca y sus dedos juegan con mi coño. Mi clítoris esta tan duro y sus dedos se curvan expertos para llegar a mi punto G. ¡Me muero de ...
... nuevo! Me dice que le gusta verme el culo. Me recuesto mientras descanso de mi último orgasmo. Juega golpeando mis nalgas que se mueven suavemente. De pronto sus manos las abren y sus besos exploran mi coño y mi ano. ¡Sucio, puerco, pervertido! ¿Quién te dio permiso de lamer mi culo? ¡Sigue, no te detengas, chupa mi coño! Me estoy mojando mucho. No, Antonio. No entres en mi culo, si quieres que esto termine bien. Mejor de a perrito. Su verga entra suave en mi coño. Empuja suave, lento, y acelera después de un rato. ¡Jala mi cabello! Este macho si sabe coger. ¿Te vas a venir? De misionero, mi Antonio. Quiero ver tu cara y que veas la mía. ¡Y explotamos! Nos fundimos con un beso que me hace ver las estrellas y su ojos café. Estoy algo irritada. Digo, no enojada, tengo irritado el coño. Antonio me dice que ya hay que irnos, que van a cerrar la oficina. Le pregunto que donde aprendió todo eso de no eyacular. Ríe. Me contesta que cuando yo le cuente sobre como aprendí a chupar con el coño. Antonio, te voy a enseñar todo lo que quieras. Al fin y al cabo mi marido seguirá con su puta computadora.