1. MI compañero de piso


    Fecha: 27/05/2019, Categorías: Anal Gays Autor: SirLawrence23, Fuente: xHamster

    ... estudiando (era muy bien estudiante, ¡joder lo tenía todo!). Después de ducharme, fui a mi habitación, me puse un pantalón de deportes y una camiseta y me puse a leer un rato tumbado sobre la cama. Al principio estaba un poco distraído, pero, en cuanto me metí de lleno en la lectura, me centré en lo que leía y, por fin, me olvidé de él, de mis deseos más calientes y de todo lo que estuviera al margen de la historia que el libro contaba…Un ruido inesperado me sacó de mi ensimismada lectura. Era la cerradura de la puerta de la casa. Miré el reloj. Era pronto para que fuera él. Habitualmente no llegaba hasta casi las diez de la noche y apenas eran las siete de la tarde. Me extrañó.Salí de mi cuarto y allí estaba. Entrando con su bolsa de deportes. La arrojó al lado del sofá y me miro.- Vienes muy pronto… -le dije- ¿Te ha pasado algo?- ¡Oh, no nada… hoy no podía concentrarme en el entrenamiento, estaba muy distraído y el entrenador me ha mandado descansar… -alegó- Mejor, así no estoy solo como todos los días…Nos sentamos en el sofá, estaba de muy buen humor y muy dicharachero. Nunca le había visto así. Charlamos largo y tendido sobre nuestras vidas, nuestras aspiraciones, nuestros deseos de futuro… Me vino bien la charla, porque hizo que me relajara un poco, suavizó la tensión acumulada durante todo el día y la noche anterior, con unas expectativas que me había creado, sin ningún tipo de referencia a la que agarrarme. Yo mismo había elucubrado historias e insinuaciones que no ...
    ... parecían existir. Así, todo volvía a su cauce, a una situación más sencilla y real fuera de comeduras de coco. Me alegré por ello. Respiraría tranquilo y me ceñiría a verle como un compañero más de piso.Pasamos como una hora hablando tranquilamente. En un momento se levantó y entró en el baño mientras yo lo seguía discretamente con la mirada, se acercó a la taza, se desabrochó el pantalón y comenzó a orinar. Desde donde yo me encontraba lo veía de espaldas y no pude evitar mirarle durante la operación. Otra vez vino a mi mente los recuerdos de esa mañana, de sus nalgas redonditas y respingonas, bien duras y fuertes, muy apetecibles. Había intentado eliminar de mi mente mis deseos hacia él por salud mental y, ahora, volvían como un torrente. ¡Dios, qué lío! Además, temía meterme en problemas si Esteban se daba cuenta de que lo deseaba ardientemente.No pude evitarlo. Mi imaginación voló. Mentalmente me acerqué a él, por detrás, y lo abracé apretando mi paquete contra su trasero, restregando mi verga contra su culo y agarrando la suya para masturbarlo…Perdido en esos pensamientos, absorto en ellos, no me percaté que Esteban giró la cabeza y me miró a los ojos. Fue un segundo nada más, lo que tardé en mirar para otro lado, rojo como un tomate, mientras en mi entrepierna sentía que mi miembro había cobrado vida propia sin poderlo evitar. Se sacudió con parsimonia la verga y volvió a abrocharse el pantalón. Al acercarse me miraba divertido. Se sentó de nuevo y sacó del bolsillo ...
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