Así me inicié en la Zoo
Fecha: 26/05/2019,
Categorías:
Zoofilia
Autor: luislopespas, Fuente: SexoSinTabues
... mas que un cuarto de tasa lo que logré contener, olía delicioso y su sabor entre salado y acre me encantó, tomé unos tragos del brebaje sexual para saborearlo y me gustó tanto que guardé algo para la noche. A día siguiente me levanté temprano y fui a buscar a mi pareja, ya sin tanto preámbulo, entramos al cuartito me puse en posición y lo dejé que hiciera lo que quisiera. Como no atinaba, acabé bañado en semen pues se me montaba de lado, por la cara, por otro lado, en un brazo, así estuvo intentando una y otra vez, pensé que se cansaría y desistiría y a ratos se quedaba sentado junto a mí, dos o tres veces me puse de pie pero en cuanto lo hice él se me subía y buscaba mi cola, entonces me ponía nuevamente en posición y el volvía a intentar. Yo no quería ayudarlo, quería que aprendiera a colocarse bien y atinar en mi rincón oscuro del placer sin que yo tuviera que hacer nada. Eso me excitaba mucho pues el realmente deseaba cogerme como lo había hecho el día anterior. Después de estar intentando, finalmente se acostó a mi lado y yo me acosté junto a él poniéndole el culo muy cerca del hocico para que me lamiera y se volviera a prender. La estrategia funcionó, por que de inmediato se paró y buscó montarme. Me acomode ofreciéndole mi ano deseoso caliente y dilatado, esta vez, subió una de sus patas traseras sobre mi pantorrilla y para mi dicha atinó justo sobre mi ano ensartando su pene lo mas que pudo. En la maniobra, una de sus garras quedó casi clavada cerca de mis ...
... costillas y me causaba dolor, de modo que con la mano retiré su pata para que la apoyara en mi cadera y piernas, pero eso me distrajo y cuando quise apretar el culo para evitar su penetración total, ya era demasiado tarde, sentí como el nudo aún pequeño paso la barrera hacia adentro, pero ya no hacia afuera. Cuando lo sentí todo adentro me asusté un poco pero como no me causó dolor, me relajé y decidí disfrutarlo. La sensación era increíble, cuando un perro te coge y te abotona, te obliga a coger con él al menos por 20 minutos. Cuando sintió que me había abotondado, aumentó su ritmo embistiéndome mucho mas fuerte y mas rápido, lo que fue súperdelicioso, poco a poco después de unos segundos, fue bajando su ritmo hasta quedarse quieto. Yo tenía el culo lleno de verga de perro y eso me excitaba tanto por lo que estaba sintiendo como por lo que sabía, estaba trabado y no sabía cuanto iba a tardar en soltarme, sentí aquel miembro llenando mi culo plena y deliciosamente. Mi ano se había adaptado como guante a su verga y nos hicimos uno gozando ambos, yo lanzaba gemidos de placer quería moverme pero gozaba tanto sin hacerlo que me quedaba quieto, no sabía que hacer por que cualquier cosa me daba muchísimo placer. Di un par de jalones para comprobar que no se soltaría si decidía moverse o voltearse, aún estaba sobre mí y eso lo excitó por que me dio una dosis más de deliciosas embestidas. Cuando disminuyó el jadeo, levantando las patas traseras intentaba voltearse y lo ayudé a lograrlo, ...