1. Una noche de sábado


    Fecha: 22/05/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... de mis muslos y el taxista, no dejaba de mirarme por el retrovisor. Juguetona saque mi lengua de la boca y se la enseñé de manera sexy acompañando este gesto con un guiño de ojo. Le vi sonreír y removerse en el asiento, cosa que me puso muy caliente. Estaba en un habitáculo tan pequeño como un coche con tres hombres que me deseaban, y las manos de mis dos acompañantes moviéndose a placer cada vez más cerca de mi conejito. En vista de que no podía esperar más decidí actuar. Miré al chico de mi derecha, y me lancé sobre la bragueta de sus pantalones. Desabroché el cinturón, luego el botón y por último la cremallera de manera lenta, casi agónica tanto para él, como para mi. Con una destreza casi inusual me recosté sobre su regazo y comencé a chupar su verga tal y como horas antes chupaba la piruleta, con ansías, con anhelo. Mientras chupaba alcé mi mano y comencé a acariciar también la de mi otro acompañante, que desconozco en que momento le había sacado del pantalón. Pasé unos minutos así, chupando y acariciando ambas pollas, sabiendo que el taxista miraba por el retrovisor. Cuando mis dos chicos acabaron de correrse, me tumbé boca arriba, levanté la falda dejando todo mi sexo al descubierto y me quité la camiseta. El chico a mi izquierda se lanzó presuroso sobre él. Podía sentir su lengua moverse dentro de mi mientras el de la derecha me besaba en la boca y acariciaba mis pechos. Alcancé un orgasmo de película a los pocos minutos, pero mi cuerpo aún quería más. Súbitamente nos ...
    ... dimos cuenta de que el taxi se había parado, en plena carretera, sin previo aviso. El taxista me miró y yo, entendí lo que vi en su mirada. Pedí a mis dos amigos que me dejarán bajar, caminé desnuda hasta la puerta del conductor, la abrí, y desde fuera, bajé la bragueta del pantalón del taxista y dejando su enorme polla fuera, me senté sobre él y comencé a cabalgarle mientras él chupaba mis tetas. Los dos chicos no dejaban de masturbarse mientras me veían follar con el taxista. Cuando acabó dentro de mí, le pedí que continuara el camino mientras, en el asiento de atrás yo se la comía, esta vez, al chico de mi izquierda. Cuando por fin llegamos a mi casa, el taxímetro marcaba una cantidad de dinero descomunal, así que, me acerqué de nuevo al conductor, le pedí que sacara las piernas del coche, me arrodillé ante él y le hice una mamada impresionante a cambio de que, nos rebajara un poco el precio. Una vez arriba todo fue tal y como yo sospechaba que sería. Mi cuerpo me pedía acción, quería sentirse tocado, chupado y penetrado por todas partes, por lo que me tumbé en la alfombra del salón, e incité a mis dos amantes a hacer de mí lo que quisieran. ¡Y vaya si lo hicieron!. Mientras uno de ellos agarraba mis manos contra el suelo el otro me metió su enorme verga sin contemplación, intenté gritar, pero el que me tenía sujeta tapó mi boca con la suya. Él primero me follaba sin parar, haciéndome alcanzar más de dos orgasmos en pocos minutos mientras el otro repetía que nadie les iba ...