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Mi profesora de Yoga (Parte I)
Fecha: 15/05/2019, Categorías: Dominación Infidelidad Autor: Sr. R, Fuente: CuentoRelatos
Esta historia transcurre a finales del 2016. Eran los últimos exámenes en la Universidad. El trabajo me tenía al borde del colapso y el metro por las mañanas me volvía loco. Nunca fui una persona con privilegios. En mi casa, la situación económica no era de lo más favorable y si no trabajaba no podía estudiar. A mis 24 años, el estrés ya tomaba un rol indeseable en mi vida y la idea de no poder controlarlo me agobiaba el doble, más en esas fechas. La abstinencia sexual claramente era otro factor que me afectaba. Llevaba dos años soltero. De niño tuve una personalidad introvertida y tener éxito con las mujeres no era algo que me caracterizara. Leí por primera vez acerca del yoga una noche en la que me quedé estudiando hasta las 4 am. Estaba cansado pero mi mente seguía activa y la luz de la pantalla me había quitado toda intención de poder dormir. Me llamaba mucho la atención la idea de recurrir a prácticas naturales que me ayudaran a conciliar el sueño y a bajar los niveles de estrés. No esperaba tomar pastillas ni menos acostumbrarme a ellas. Fui a consultar a una escuela que quedaba a varias cuadras hacia el sur de mi casa, llegué a ella por el dato de una vecina que practicaba yoga hace un par de años. El barrio era muy diferente al mío y se notaba que el tipo de gente también, en especial las mujeres. La escuela era parte de una amplia casa con ventanales y una decoración muy acorde a la práctica. Toqué el timbre y al rato me atendió una cálida voz femenina por el ...
... citófono. Me pidió que pasara y que la esperara unos minutos porque estaba terminando de darle clases a un grupo. Crucé el jardín y dejé mi bicicleta apoyada junto a una reja. La sala de estar era una estancia acogedora y agradable, había mándalas de tela colgados sobre las paredes y estatuas budistas sobre las mesas, parecía un verdadero templo. Ya se estaba oscureciendo y el atardecer hacía lo suyo a través de las ventanas. Pasaron unos 15 minutos cuando salió el grupo que estaba dentro, el grupo estaba formado por mujeres de todas las edades que me miraban al pasar, debo admitir me cohibía la idea de ser el único hombre en las clases. Ella salió al final. Era una mujer de unos 35 años. Llevaba el pelo tomado y una sonrisa que hacía de su rostro uno de los más bellos que había visto en el último tiempo, pero no eran su cara ni sus facciones lo que me dejaron boquiabierto. Tenía unos senos firmes y hacían que su polera se levantara y dejara al descubierto parte de su abdomen trabajado. - ¡Disculpa por haberte hecho esperar! - me dijo mientras se acercaba a saludarme. -Ven, pasa por acá-. Se dio vuelta, dejando a la vista un potito de ensueño, de esos que te hacen imaginar un centenar de maldades en cosa de segundos. Me hizo pasar a un cuarto que usaba como oficina. Me explicó en qué consistían las clases, en cómo me ayudarían a manejar el estrés y quedamos en que nos veríamos el jueves en la clase de las 20:00 hrs. Me entregó unos folletos con información y un número de teléfono ...