1. Marisela, la chica del club: Clavado Seguro


    Fecha: 15/05/2019, Categorías: Infidelidad Anal Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... sigo taladrando la panocha exquisita de Marisela. Marisela es de esas que dice papito, mi amor y así con aquellas palabras me anunciaba cuando vivía sus orgasmos: Papito me vengo, que rico mi amor… dame, dame, dame… Tan pronto tuvo su segundo orgasmo, no se lo tuve que pedir, ella instintivamente supo que le cogería el culo. El culo se lo tengo bien trabajado. Lo he lamido, mis dedos han entrado a placer y en este momento solo se lo escupo y veo como mi verga desaparece en el rico culo de Marisela. Gime, pero no se retracta. Aguanta, yo me subo a la cama y le elevo las nalgas y tener una penetración total de mi verga en ese rico culo. Sin misericordia se lo taladro y yo estoy a punto de venirme, cuando Marisela explota con un orgasmo fantástico y solo dice como si se estuviera riendo: Me hiciste acabar por el culo. Aquello me excito y le dejo ir mi segunda descarga. Marisela me confesó en aquella ocasión que era la primera vez que experimentaba sexo anal y que nunca imaginó tener un orgasmo tan potente. Mi semen salió con evidencia de su sangre, mi verga le había hecho daño a su rico culo, pero también le daba placer. Aquel día solo tuvimos sexo anal en una ocasión, pero posteriormente lo volvimos hacer una docena de veces. El sexo con Marisela era sabrosísimo. Una chica sin inhibiciones, dispuesta a todo y con un cuerpo divino. Quizá lo ...
    ... único que noté en sus nalgas cuando ella me cabalgaba a la inversa, fueron zonas con algo de celulitis, normal para una mujer con semejante trasero. Lo que no logré entender y todavía me cuestiono, era ese abdomen firme y sin marcas algunas: quizá producto del cirujano plástico… y digo esto, pues al mes descubrí, que Marisela era casada, que tenía 24 años y 4 hijos. Para el día que yo me la cogía, 5 meses atrás ella había dado a luz, y su primer hijo lo tuvo cuando ella tenía tan solo 14 años. No soy religioso, pero un día me invitaron a un evento social en una iglesia, ahí estaba Marisela, con su esposo, sus cuatro hijos con un vestido muy conservador que ocultaban en algo aquellas sabrosas y exquisitas nalgas que me había cogido. En un pequeño descuido donde su esposo desapareció, me le acerqué preguntando: - ¿Qué color es tu tanga que llevas puesta? - No es tanga, es un bikini blanco… ¿lo quieres? - Si, dámelo. Al final, también en un descuido me lo dio con una pequeña nota escrita: - Tony, espero tu discreción y creo que eres un caballero. Nos encontramos esta semana en el mismo hotel. Me llamas Ok. Seguimos con aquellos encuentros clandestinos por unos meses… hasta que la emoción de lo prohibido perduró. Fue difícil creer que Marisela estuviera casada y madre de cuatro hijos con aquel divino y angelical cuerpo.  
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