1. Cornudo humillado


    Fecha: 14/05/2019, Categorías: Voyerismo Sexo en Grupo Tabú Autor: parejafartun, Fuente: xHamster

    ... nalgas y la pija bien adentro. La sacaba y la volvía a meter a ritmo lento pero continuo. Tenía una buena pija, aunque nada del otro mundo. Mi Tami deliraba de placer, especialmente cada vez que José le masajeaba el ano y le introducía un dedo. La estaba dilatando para lo que venía. La imagen era como hipnótica, mis ojos simplemente no podían salirse de ahí.—Le voy a romper el culo a tu mujercita, ¿eh, cornudo? ¿Qué te parece?José me seguía tratando como un idiota alcoholizado, pero el agua me había despabilado un poco. Se dio cuenta por mi gesto.—Tomá un poco —me dijo—. Así no te duele la cornamenta… —seguía masajeando el ano de mi novia y lubricándolo con saliva—. Botellón, pasale un poco de vino.Miré por primera vez el borde de la pileta. Habían llevado vodka, vino y hasta hielo. De todo, menos preservativos.—¡No quiero! —me rebelé.Pero Tami giró hacia mí, mientras el Indio no dejaba de enterrársela ni por un segundo, y me dijo entre jadeos:—Tomá, mi amor… Tomá que te va a hacer bien… Ahhh… Te va a hacer menos cornudo… Uhhh… —Cerraba los ojitos y me señalaba con un dedo la botella que me ofrecía Botellón, desde abajo. Me negué. Botellón fue a la escalerita.Y apareció con la botella en su mano de este lado de la pileta, poniéndose junto a mí. Estaba desnudo.—Tomá, mi amor… —me insistía Tami, mientras José ya le metía dos dedos en el ano y la hacía gemir—. Te va a hacer bien….Botellón puso el tubo de vidrio a la altura de su propia pija y por primera vez vi aquello en todo ...
    ... su esplendor. Era una verga descomunal, aun a pesar del alcohol lo pude advertir.—Arrodillate —exigió.No pude no arrodillarme. Estaba muy mareado. Pero además, como subyugado por el poder que esgrimía ese pedazo de pija. Botellón se abrió de piernas, su pija pendulando, y se me acercó. Quedé arrodillado casi entre sus piernas, con la cara cerca de su pija, mirándolo a la cara… aunque de reojo, también a su verga. Me puso su pija cerca de mi rostro. Yo no estaba tan en p**o como para chupársela, si eso pretendía. Pero si el casero me lo llegaba a exigir con alguna amenaza, no sé que hubiera hecho.—Ahora vas a hacerle caso a don José y a la putita de tu novia… ¡Chupá!Y chupé. Botellón había puesto la botella de vino a la altura de su pija, pegado a su pija en realidad, y apuntando para abajo, una al lado de la otra. Yo estaba entre sus piernas mamando la botella de vidrio, intoxicándome con alcohol. Pero desde debajo, dentro de la pileta, Tami no veía el truco y se alucinó que le estaba chupando la verga.Mi novia se revolucionó. Comenzó a excitarse y a pedir pija y que le rompan el culo. Creída que yo le chupaba la vergota a Botellón, y ya con tres dedos de José dilatándole el ano, comenzó a acabar a puro morbo.—¡Sí, mi amor! —me gritaba como poseída—. ¡Chupá pija! ¡Chupá pija, cornudo!El guacho de Botellón me tomó de los pelos mientras yo chupaba del tubo de vidrio, y debo admitir que estar bajo ese triangulo de poder que dibujaban sus piernas y su verga, con la cabeza para ...
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