1. Tragedia Regia (3)


    Fecha: 14/05/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... andarle metiendo mano todo el día, acabó siendo mamado y masturbado por mi mujer, como premio a su disposición para llevarla en su coche a trabajar. Y que ella tan impresionada me dijo como le había visto salir la leche de la vergonona que, según ella, tiene ese cabrón. Ese era el que más me preocupaba. Los otros de una u otra forma pertenecían al pasado, hasta cierto modo me valían madre, éste no. Si sacrificó el domingo de su familia para estar con ella, algo debía sentir ya por ella, no? Porque no les mencioné que ella me aclaró esa noche aciaga que este también es casado y con hijos, como ella. Yo no sé, pero para sacrificar un domingo con mis hijos y mi esposa, debe ser por un motivo mucho muy importante. De parte de ella, el trabajo. Según ella los sábados y domingos los trabajadores se encuentran en su casa, y ahí los agarra con su papelería completa. Debe ser. Pero, y él?. Y si le agregamos que tal parece que mi Lupe es campeona en la cama? A la mejor ya se empelotó de ella el huey. Puta madre, qué miedo. Empecé a sudar frío. Me dio mucho miedo pensar que ese huey se estuviera enamorando de mi mujer y que ella lo llegara a corresponder. Me horrorizó a madres. Tal pareciera que ella, dormida, hubiera sentido mi calor nervioso, porque sofocada se destapó y se quejó del calor. Se despertó y me miró preguntándome si yo no tenía calor. Cuando desperté Lupita ya no estaba en la cama. A pesar de habernos desvelado tanto se había levantado temprano a despachar a sus hijos a ...
    ... la escuela. Siempre ella ha sido así, lo que sea de cada quien. Nada puedo reprocharle en cuanto a su forma de ser buena madre y señora de su casa. Pero me salió muy puta. Al ver el reloj, me levanté espantado, hacía más de una hora que debería estar en el trabajo. En eso ella entró y al verme asustado y entrando al baño me dijo que ni me preocupara, que ella ya les había hablado por teléfono a la línea de camiones donde yo trabajo, para avisarles que estaba enfermo, que hoy no iría a trabajar. Que me bañara y me fuera a la cocina, que ya estaba listo el almuerzo. Me bañe y me fui con ella a almorzar. Un poquito cachonda, pensé, qué más quisiera que sólo fuerasun poquito, cabrona. Se me hace que hasta eres una de esas mujeres enfermas de sexo, no me acuerdo como se dice, ninfómana, creo. Me pidió un besito! Y me lo dio, y de lenguita!. No a matar, pero sí me metió media lengua y la movió dentro de mi boca unos instantes solamente. Que delicia. Bendita seas, pensé. Me agarró la mano y la puso entre sus piernas, por debajo de la bata, no traía calzones y me dijo que sintiera como se había puesto de acordarse de lo que le hacían. Carajo, estaba derritiéndose la mendiga, pero bien empapada!. Traía la vagina bien mojada y resbalosa. - Andas empapada Lupita. Te pones bien cachonda cuando te acuerdas de esos hueyes. Me da miedo que te llegues a enamorar de uno de esos cabrones. Pregunté sin más preámbulos, mientras la sostenía por la cintura parada junto a mí y la miraba fijamente a ...
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