1. Camila y el baño del boliche


    Fecha: 11/05/2019, Categorías: Primera Vez Sexo con Maduras Tabú Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Durante nuestra época de noviazgo, Anita y yo solíamos los sábados por las noche salir a bailar con nuestro grupo de amigos.En una ocasión, solamente habíamos ido con Camila; una de las mejores amigas de Ana; que había sido su compañera de banco en la escuela secundaria.Esa noche, mientras Anita y yo bailábamos; Camila luchaba por sacarse algunos tipos muy pesados de encima, que la veían sola y pensaban que necesitaba bailar.En un momento noté que Ana me miraba a los ojos con esa mirada de calentura indisimulable que yo tan bien conocía y me pidió que la acompañara a la calle.Tomó mi mano y nos abrimos paso entre la gente; no me quedó otra opción más que seguirla hasta un callejón cercano a la puerta de entrada. Allí, en plena oscuridad, Ana se colgó de mi cuello y comenzó a comerme la boca a besos como nunca lo había hecho antes.Metí mis manos por debajo de su blusa y comencé a acariciar la suave piel de su espalda. Ana seguía besándome, denotando una calentura tremenda.De repente rompí el besuqueo y le dije al oído que me moría de ganas por cogerla allí mismo, en ese callejón oscuro… aunque alguien pudiera vernos o escucharnos…Ana sonrió en la oscuridad y se desabrochó sus jeans, bajándoselos hasta las rodillas. Separó todo lo que pudo sus muslos y corrió su diminuta tanga a un costado. Me dijo que estaba lista para sentir mi lengua entre sus humedecidos labios vaginales…Entonces me agaché frente a su depilado pubis y comencé a meter mi lengua en su concha, acariciando ...
    ... con la punta su ya inflamado clítoris.Anita comenzó a gemir desesperada, sintiendo mi lengua que la invadía sin darle respiro, lamiendo su clítoris y besando su labia…En menos de tres minutos me aferró por la nuca y me hizo enterrar mi cara en su concha ahora bien dilatada por mi lengua. Entonces sentí que ella temblaba y acababa mientras gemía tratando de contenerse.Apenas dejó de temblar, me hizo levantar y me besó largamente, saboreando sus propios jugos en mi lengua.Al mismo tiempo aprovechó para desabrochar mis pantalones y me dijo que ahora era su turno de demostrar su habilidad con la lengua.Pero cuando Anita se estaba agachando, un ruidoso grupo de gente apareció en la entrada del callejón, a un par de metros de nosotros y allí se quedó por un buen rato.Entonces Ana dijo que no lo podríamos hacer con esas personas tan cerca de nosotros. Me volvió a besar, sonrió dulcemente y me dijo que más tarde continuaríamos con esto que ya había empezado tan bien…Yo sentía que mi verga endurecida iba a explotar dentro de mis pantalones; quería cogerla allí mismo, sin importarme otra cosa; pero no tuve otra opción que seguirla al interior del boliche.No pudimos encontrar a Camila, así que nos separamos para buscarla. Después de dar vueltas sin ver nada, me dirigí a los baños.Allí por fin encontré a Camila; estaba enredada en los brazos de un pendejo, que trataba de besarla mientras le metía sus manos por debajo de la minifalda.Al verme, Camila pareció sorprenderse y empujó al pibe, ...
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