Querida profesora. Mis memorias III
Fecha: 09/05/2019,
Categorías:
BDSM
Sexo con Maduras
Sexo en Grupo
Autor: Femmefatale969, Fuente: xHamster
... la polla de Álvaro con el coño, y no duró ni dos minutos más. Me llenó de su leche caliente y joven en un momentoYa había ganador. Toni, me agarró la cabeza y clavó su polla más adentro de mi boca, mientras me decía: “tienes una boca deliciosa guarra, pero vamos a ver como traga tu culazo”. Se levantó y se fue detrás de mí, me toqueteó los muslos, me metió un par de dedos por el culo, me palpó el coño, recogiendo todos los fluidos que chorreaban por él y me untó bien el ano, al final, apuntó con su polla la entrada y apretó. Entró suave, sin demasiada violencia, pero su polla era muy gorda y notaba cómo iba adentrándose más y más dentro. Los demás alrededor le jaleban, ¡¡vamos, campeón!!, ¡¡demuéstrale a esta puta quién eres, joder!!, ¡¡haz que no se pueda sentar en tres días!!. Me follaba fuerte, sentí poco a poco como me excitaba, mis gritos empezaron a llegar, cada vez más y más fuerte. La mayoría de los chavales, estaban tiesos otra vez, alguno se acomodó para volvérmela a meter por la boca, otro se puso debajo de mí y me clavó el coño, los demás, se masajeaban viendo el espectáculo en directo.Cuando estaba a punto de correrse, Toni, la sacó de golpe de mi culo, haciendo que me estremeciera de placer. Gritó, “¡¡Alonso, trae un trozo de pizza, corre, vamos!!”, Alonso le acercó el trozo de pizza y empezó a correrse encima de él, luego se lo fue pasando a los demás para que hicieran lo mismo. El que estaba debajo de mí, se me corrió dentro, pero los demás echaron su leche ...
... encima de la pizza. Mientras yo jadeaba tirada en el suelo, agotada por el esfuerzo. Toni se acercó y me dijo, “vamos puta, come que tendrás mucha hambre”. Cogí el trozo de pizza, lleno de la leche de esos niñatos. Me miraban expectantes, con la mirada inquisitiva de quien no sabe qué ocurrirá. Un grito de triunfo salvaje salió de sus gargantas cuando di el primer mordisco al trozo de pizza.Acabé la pizza entera y me relamí bien los labios mientras todos me miraban excitados y medio enloquecidos. Álvaro se acercó a mí y me dijo: “vaya, vaya, o sea que te va el rollo duro, ¿verdad?, pues te lo daremos”. Salió un momento y volvió con varios cinturones de hombre, unas cuerdas y alguna cosa más que no acerté a ver: “el que la haga gritar más fuerte gana”, dijo tirándolo todo en medio del grupo.Me ataron entre dos columnas de la terraza, con los brazos extendidos y las piernas abiertas, como si de un solo hombre se tratara empezaron a darme con el cuero de los cinturones, en el culo, en la espalda, luego en las tetas, primero no demasiado fuerte, pero a medida que se iban calentando, los latigazos restallaban con más fuerza, notaba mi culo ardiendo, mis tetas encendidas, y a cada golpe mis gritos de dolor iban en aumento. Seguían bebiendo y bebiendo sin parar, ahora ya no sólo cerveza, también whisky y ginebra. De vez en cuando me daban de beber para ayudarme a soportar el dolor. Noté como poco a poco iba entrando en un estado de irrealidad provocado por el alcohol y el dolor.Uno de ...