Querida profesora. Mis memorias III
Fecha: 09/05/2019,
Categorías:
BDSM
Sexo con Maduras
Sexo en Grupo
Autor: Femmefatale969, Fuente: xHamster
La experiencia con los perros me dejó varias cosas claras. Primero, que los hombres se tienen que esmerar mucho para llegar al nivel de satisfacción sexual que un perro bien armado puede dar a una mujer. Segundo, que mi marido cada vez estaba más enloquecido conmigo y con el nuevo rol que había adoptado. Tercero, que se puede ganar mucho dinero haciendo algo que te vuelve loca. Carlos, después de ver los videos que había grabado en la finca, me propuso subirlos a internet, a varios servidores de porno, con descargas especializadas para gente que está dispuesta a pagar mucha pasta por lo que quiere. Firmamos un contrato en el que me pagaba un fijo de 6000 € y un 20% de lo que se va recaudando. En dos meses llevo ya otros 2000 pavos. Seguiré trabajando con Carlos. Seguro.Con mi marido he continuado nuestras incursiones en el mundo del sexo. Os voy a contar otra experiencia que me ocurrió hace unos días. Como siempre nos pusimos a mirar los correos, y encontramos uno que decía lo siguiente: “Mis amigos y yo buscamos puta para el fin de semana. No tenemos dinero para pagarnos una”.Nos hizo gracia la propuesta y contactamos con ellos. La dirección GPS indicaba la playa de Gandía. Bueno, finde loco con jovencitos en la playa sonaba muy morboso. Llegué puntual, a las diez de la noche, a la dirección fijada, llamé al telefonillo y me abrieron. Subí y estaba esperándome un chaval de unos 27 ó 28 años en la puerta, llevaba solo un bañador y lucía un torso increíble. Me miró de ...
... arriba abajo, a la vez que decía: “o sea que tú eres nuestra puta del finde. Vaya, vaya, no estás nada mal, madurita, pero con buenas curvas todavía. Por cierto tu sonrisa es increíble. Te lo han dicho muchas veces, ¿no?”. “Bueno sí, gracias, sí me lo han dicho algunas veces”. “Mira, estamos cenando, pero antes, ponte la ropa que necesitarás”. Era la última planta del edificio, me dio la impresión de que era un ático dúplex, y por lo que había visto, nada pequeño. Me pasó a una habitación con baño incluido, que parecía como de servicio. Tenía una sola cama, armario, y pocos muebles. Un espejo de cuerpo entero y poco más. Encima de la cama había un uniforme de chacha. Bueno uniforme de chacha es un decir, en realidad era una cofia, un corsé blanco y negro, que dejaba mis tetas al aire, una mini falda negra que apenas me tapaba el culo, unas medias de rejilla y unos zapatos con taconazo de aguja. Vamos, un disfraz barato de puta, más barata todavía, para divertir y calentar a los niños.Me lo puse, me miré y me sentí, si no atractiva, sí al menos interesante, follable y muy, muy viciosa. No sé los niñatos, pero yo estaba empezando a calentarme.Cuando salí de la habitacíón, me dirigió a una terraza grande, enorme más bien, muy bien amueblada, en donde había otros seis tíos de edades parecidas. Todos se giraron para mirarnos al entrar, alguno se levantó, pero todos se pusieron a gritar. “Joder Álvaro, tú sí que sabes, tío”, “menuda jaca, la nueva criada de tus padres, “¿es un poco ...