1. El infierno – perversión fatal


    Fecha: 02/05/2019, Categorías: Anal BDSM Fetichismo Autor: domsandox, Fuente: xHamster

    No se como me encontré de noche en aquel lugar ni como llegué hasta allí. Nunca había estado por esa zona de la ciudad pero necesitaba experiencias nuevas y esperaba conseguirlas.El caso es que encontré una luz de neón que indicaba con una flecha una puerta bastante siniestra con unas escaleras que bajaban hasta un lugar de apariencia tétrica. Luego supe que estaba próximo al infierno.Encendí un pitillo, aspiré profundamente y me aventuré hacia el fondo sin pensármelo dos veces.El lugar era oscuro, entre tinieblas y luces tenues, el ambiente bastante cargado de humo y de olores que no pude identificar. Y aunque no podía ver apenas nada si pude presentir la presencia de otras personas. Casi estaba a punto de dar media vuelta cuando una mujer madura, un poco gorda me dio la bienvenida a su local con una amplia sonrisa y me invitó a una copa en la barra.No sé que contenía aquella copa, solo sé que al terminarla mi mente se separó de mi cuerpo, como si yo ya no fuera yo misma y viera la escena de lo que ocurría desde otra perspectiva.La mujer se acercó y de la mano me llevó al centro de una especie de pista de baile con un gran foco de luz iluminando un taburete. Yo la seguía como una autómata.Una vez en el centro, pude ver un montón de hombres rodeando la pista en las tinieblas, en completo silencio y siguiendo sin perderse ni un solo movimiento nuestro.Si darme cuenta, la mujer hizo que me inclinara hacia adelante sobre el taburete apoyando mi vientre sobre él en una ...
    ... postura de lo más indecente. Ni siquiera me resistí.De pronto unas poderosas manos masculinas me agarraron las muñecas y las ataron a las patas, abriéndome a continuación las piernas y atándomelas también. Yo seguía ausente, dejándoles hacer.A partir de ese momento todo sucedió salvajemente rápido. La mujer me desgarró fieramente la blusa, dejando que mis tetas colgasen por delante del taburete y empezó a golpearlas para que se moviesen saltando y bailando delante de todas las miradas. Mis pezones se endurecieron como nunca a la vez que ella los pellizcaba con las uñas y tiraba fuertemente de ellos hacia abajo estirándome las tetitass como si quisiera ordeñarlas. El dolor que me causaban sus manotazos, sus pellizcos y sus tirones empezaba a gustarme y a excitarme hasta el punto de que empecé a gemir mientras mi coño se humedecía, y mis blancas ubres iban adquiriendo un tono rosado a medida que las iba golpeando.Otras manos me desabrocharon los pantalones y me los bajaron de un tirón junto con las bragas hasta los tobillos, dejando todo mi coño mojado y mi blanco culo a la vista de todo el mundo.Aunque me sentí humillada, la sensación de estar expuesta a cualquier vejación que quisieran hacerme y el interés que despertaban mis partes más intimas a toda aquella gente me encantó.Los expertos y gordezuelos dedos del hombre comenzaron a tirar de los rizados pelillos del coño hasta que algunos de ellos quedaron entre sus dedos. Luego abrieron mi sexo y tirando de los labios hacia los ...
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