Hago lo que sea por una pija
Fecha: 30/10/2017,
Categorías:
Infidelidad
Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos
... estirada en sus rodillas. Apenas comencé a obedecerle, el turro se dignó a liberar una cantidad de leche imposible de describir en mi conchita, cada vez más adentro, sentía que se me inundaban las entrañas mientras un orgasmo frenético implosionaba en mi clítoris extasiado. No sé como fue que Sonia me arrastró unos metros hasta el auto, donde el niño lloraba inconsolable. Su llanterío se fue apasiguando cuando su madre al fin lo cambió para que la diversión no pare entre nosotros. Teniendo en cuenta que estaba agachadita, el Piti tomó ventajas y comenzó a lamerme el culo. En medio de las sensaciones que me invadían le grité que me lo rompa de una vez. Nada deseaba tanto como una pija en el culo gracias a su lengua altanera. Pero yo no elegía nada. Por eso la mujer sin resistencia de mi parte me sienta en el capót del auto, me abre las piernas y se hinca entre ellas. Ahora el que registraba todo con una cámara era su marido. En cuanto la nariz de esa tetona tocó mi vulva, y su lengua empezó a revolver mis flujos como una cucharita adentro de mi vagina, gemí como una maldita virgen. Temblé, le pedí más y le presioné la cabeza contra mi pubis para que no se detenga nunca. Eso no fue nada comparado al momento en el que chupó mi clítoris. Para colmo, el Piti me chupaba las tetas, me fregaba el pañal meado del baby en la cara y jadeaba con la pajita que le hacía con mucho esfuerzo mi mano izquierda. No pude controlarme más cuando Sonia presionaba mi ano con un dedito, mi clítoris ...
... con otro y su lengua chapoteaba entre tanta saliva, flujos y las cosas que me decía: ¡hacete pichí puta, comete el pañal de mi hijo, dale cerda, meate ya, que tenés un olor a pis que me encanta turrita! Me hice pis sin dudarlo en todo su rostro pulcro, perfecto y delicado, mientras el Piti me daba cachetadas para que rompa el pañal con los dientes. Sonia gimió como una fiera salvaje entre una risa nerviosa y sus dedos frotando su concha, y entonces supuse que estaba teniendo un orgasmo de puta madre. Rodrigo le dio la filmadora al Piti, me acurrucó en sus brazos y me revoleó sobre una frasada quehabía tendido en el suelo, a varios metros del auto. Algunas gotas volvían a caer del cielo, pero ya no había viento. Rodrigo se sentó a mi lado, amasó mis nalgas y me lamió la cara. Luego el Piti me acomoda encima del tipo con tanta habilidad que, no sé cómo de repente sentí toda aquella pija en el culo. No era gordita como la del Piti, y eso colaboraba para que no me doliera. Me cogía con ternura, porque la violencia estaba en su voz gangosa. ¡cagame la pija sucia de mierda, te gusta culear no?, sos una putita chupapija, meona, villera y alzada! Haceme caquita en la pija nena! Yo me escupía toda, gritaba aunque el tipo me tapara la boca con su mano, me apretaba las tetas y me pajeaba. Pero pronto Sonia estaba arrodillada sobre mí para comerme la vagina y los huevos a su marido. Como si eso no fuera demasiado, la pija del Piti comenzó a entrar y salir de mi boca con unas envestidas ...