Mi primera vez
Fecha: 25/04/2019,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... sentí en el orificio la caliente cabeza de la verga de Ern y en la boca la tranca de Memo cada vez más grande y más dura… …Pese al trabajo adelantado con los dedos, el culito aún era demasiado pequeño, acudí a la saliva a fin de lubricar más mi pene, lo puse contra el esfínter y empuje con firmeza. La cabeza entró con dificultad arrancándole — ¡Ay, ay, ay, aahhh! — a Iris, pero Memo hizo retornar la boca a su verga, mientras yo le enterraba hasta el último centímetro de la mía, pegando mis testículos al fondo de su raja… …El dolor fue casi insoportable, sentí el esfínter agrietado al paso de aquel órgano y una inoportuna necesidad de defecar, pero el taco de Ern dentro de mi culo bloqueaba cualquier salida. Adelante Memo se retorcía, mientras yo compulsivamente chupaba y chupaba, al unísono de las clavadas y clavadas de Ern en mi ano, que yo aflojaba y levantando el trasero, como gata, facilitaba la acción, tratando también de aliviar el dolor que me embargaba y que paulatinamente se convertía en deleite… …Con esmero follé el delicioso culo; el esfínter subía y bajaba, constreñido contra mi verga, al compás de los movimientos de mi cadera, que chocaba y chocaba, una y otra vez, contra las tersas, firmes y voluminosas nalgas de la perturbada Iris. La clavé en todas las direcciones, la placentera sensación era exorbitante, mis uñas clavadas en las posaderas de la hembra dejaban su huella notoriamente marcada y mi pene, pronto a eyacular, se hundía hasta lo mas profundo del ...
... recto de ella… ...Memo detuvo un instante mi cabeza, apuntando su polla contra mi nariz, enseguida disparó un chorro que dio justamente en una de mis fosas nasales, otros más corrieron abundante por mi frente y mis mejillas, antes de que la verga se introdujera definitivamente en mi boca. Ern, bombeaba también el contenido de sus testículos dentro de mi culo, restregando estrechamente sus caderas contra mis nalgas. Mientras tanto, mi cuerpo se había estremecido deliciosamente, y mis senos duros y los pezones duplicados en tamaño, aplastados contra el capó del automóvil, se ponían especialmente sensibles… —¡Tito, a encular! Ordenó Ern. Mientras asestaba una violenta palmada, para marcar con sus cinco dedos la tersa nalga, causándome una agradable sensación de ardor y hormigueo. …Tito se ubicó detrás mío y sin más insertó su aparato dentro de mi ano, ahora perfectamente lubricado. Nuevamente se inició el característico bamboleo, arrancándome gustosas sensaciones. De pronto sentí como el frío de una navaja cortaba mi blusa y también la falda arremangada en mi cintura y vi mi ropa caer al pasto quedando completamente desnuda, con excepción de los accesorios que me adornaban. Ahora Ern y Memo empezaron a morderme, haciéndome gritar otra vez, empezaron en mis hombros y fueron descendiendo lentamente por mi espalda, sin soltar hasta que yo gemía, gritaba o pujaba. Atrás la verga de Tito entraba y salía, provocándome escalofríos en cada embestida. Ern y Memo seguían marcando sus dientes ...