1. El jefe de mi esposo; mi jefe


    Fecha: 25/04/2019, Categorías: Sexo con Maduras Sexo Duro Tabú Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... compañía. Elegí llevar un vestido de color azul oscuro muy entallado, con la falda bastante corta y por debajo una minúscula tanga roja que se perdía entre mis nalgas.La fiesta se puso bastante entretenida. No podía encontrar a mi esposo, así que supuse que, como buen fanático de su trabajo, seguramente estaría en su oficina revisando documentos…Subí a buscarlo. Entré a su oficina, pero él no estaba allí,Entonces tuve la fantasía de que Víctor era mi jefe libidinoso y yo su secretaria bien sumisa y puta…Se me ocurrió esperarlo allí mismo, sabiendo que, tarde o temprano, Víctor subiría a su oficina. Entonces jugaría a ser su secretaria y lo haría calentar hasta lograr que me cogiera sobre su escritorio.Mientras esperaba, saqué mi celular y lo puse en función de grabación, ocultándolo en un estante lleno de documentos. El ángulo de la cámara podía tomar el escritorio y, si me penetraba estando doblada sobre esa tabla, podría verse mi cara de placer y su verga entrando y saliendo de mi concha…Cuando tuve todo listo, justo golpearon a la puerta. Yo no quería ver cómo mi marido me tomaba desde atrás; prefería ver después la grabación; así que me incliné sobre el escritorio, de espaldas a la puerta y dije: ”Adelante…”Pude oír que entraba y sin girarme le susurré sensualmente:“Señor, si Usted está estresado por su trabajo, yo puedo ayudarlo”Diciendo eso me incliné un poco más y fui levantando muy despacio mi breve vestido hasta la cintura. Bajé mi tanga roja hasta la mitad de ...
    ... mis muslos y metí un dedo entre mis labios vaginales.“Cuando Usted quiera, Jefe… soy toda suya…” Susurré otra vez.Lo escuché acercarse, mientras se bajaba el cierre de la bragueta.Me acarició la vulva con sus dedos, notando que ya mi concha estaba muy húmeda.Le dije casi en una súplica:“Cójame Jefe… por favor, se lo pido; soy toda suya…”Entonces apoyó la punta de su verga entre mis labios externos y empujó despacio, metiendo su cabeza poco a poco. Me dolió un poco más de lo común a pesar de que estaba muy mojada, pero me encantaba. Después me lo metió todo de un solo embate y yo grité, sintiendo que comenzaba a embestirme suave al principio; pero después me daba la impresión de que su verga hoy estaba demasiado larga…Volví a suplicarle;“Cójame sin piedad, Jefe, mi concha hambrienta es para su placer”Comenzó a embestirme con mucho más ímpetu; pero a mí no me importaba nada; solamente me interesaba sentirme bien cogida y entregada a los deseos de ese macho viril que era mi esposo…Mis alaridos y gritos de placer no se oían por el volumen de la música que llegaba desde el piso de abajo. Sentía que su verga me atravesaba y también cómo mis nalgas rebotaban contra sus caderas.De repente me tomó una pierna para apoyarla sobre el escritorio y pude sentir su poronga dura entrando más a fondo en mi concha.Por otro buen rato me embistió con furia, hasta que de repente casi se detuvo por completo. Yo me deshacía de calentura y entonces le supliqué a gritos que siguiera cogiéndome con ...