1. El jefe de mi esposo; mi jefe


    Fecha: 25/04/2019, Categorías: Sexo con Maduras Sexo Duro Tabú Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... de que yo pudiera hablar:“Anímese, Ana; yo sé que Usted está calificada para ese puesto.”Además continuó diciendo que el sueldo era muy bueno, que el ambiente de trabajo era muy cordial y estaría cerca de mi esposo.Solo por la expresión entusiasta de Víctor, le pedí que me diera un par de días para pensarlo.Al despedirse un rato después, Raúl me tomó por la cintura y una de sus manos se deslizó hacia abajo, acariciándome la cola…Lo miré con cara de bronca, pero el muy turro volvió a sonreírme como si nada hubiera sucedido.Por la noche, estando ya en la cama; sentía una tremenda calentura por la situación sucedida durante la visita del jefe de mi esposo. En parte era culpa mía, por no cerrar la puerta de mi habitación.Víctor atenuó las luces, demostrando sus ganas de cogerme; pero yo me negué, todavía incómoda por la actitud de viejo verde que había mostrado su jefe. Entonces él me dio la espalda enojado por mi negativa y apagó todas las luces.Yo me quedé boca arriba, mirando el cielorraso en las penumbras y me metí un par de dedos en mi concha humedecida. Me hice una paja silenciosa, mientras recordaba la visión de la gruesa pija del jefe de mi maridito…A la mañana siguiente, para reconciliarme con Víctor, le dije que aceptaría la propuesta y que lo acompañaría para firmar el contrato con su jefe. Nuestro jefe a partir de ahora.Víctor encantado con la novedad, olvidó totalmente mi negativa a coger de la noche anterior…Para concurrir a la oficina, me vestí un pantalón blanco ...
    ... bien ceñido a mi cuerpo, una tanga negra debajo que se traslucía, resaltando la redondez de mi culo; una remera negra y sandalias de taco alto.Raúl se sorprendió de verme. Víctor tuvo que atender una llamada en su despacho y nos dejó a solas.Esta vez el viejo verde me trató de manera muy amable.“Qué bueno que haya aceptado… aquí lo pasamos muy bien…”Ese “muy bien” me sonó algo morboso…Enseguida me dijo que empezaría en otro sector, pero pronto sería directamente su auxiliar. Me imaginé que así podría tirase lances conmigo con más facilidad teniéndome a mano…Mi lugar de trabajo estaba situado en una oficina contigua a la suya. Solamente era un escritorio con una computadora.Esa tarde todo fue normal. Al despedirme de Raúl, me dijo que habría una fiesta el fin de semana y, como nueva empleada, estaba naturalmente invitada…Al día siguiente día Víctor me dejó en la entrada del edificio y siguió viaje hacia otro lugar.Me había vestido con una minifalda bastante ajustada a mis caderas, no llevaba tanga y unos zapatos de taco alto realzaban mis torneadas piernas. Parecía un verdadero “gato” y mis nuevos compañeros de ofician me lo hicieron notar con sus miradas; especialmente las mujeres…Raúl continuó sin desubicarse ni intentar tocarme para nada; pero se le notaba la calentura en su mirada, cada vez que yo me acercaba a él para hacerle firmar algún documento…Después de una semana completa sin demasiadas novedades, por fin llegó el día de la fiesta. Era en el mismo edificio de la ...