UN LARGO Y CÁLIDO VERANO
Fecha: 23/04/2019,
Categorías:
Primera Vez
Tabú
Autor: Livido, Fuente: xHamster
... banco de la vereda a la sombrita y saborearlo, que era para mí chuparlo bien despacio, metiéndolo todo en mi boca y sacarlo, darle lengüetazos mientras mis labios iban quedando coloraditos.Sentía como los padres que venían a buscar los bizcochos de la tarde me observaban boquiabiertos con placer y oscuros deseos maliciosos y las viejas se espantaban, mientras murmuraban una me llego a decir – nena estas chica para andar de calienta braguetas – lo que me causó mucha gracia porque todavía lo recuerdo.Aparentemente ajena a lo que pasaba, inocente devoraba mi palito o un chupetín para estirar la situación por un rato mientras llegaban los vecinos que más me gustaban y me miraban sin disimulo, es más, había uno que estoy segura, ahora con mucho mas vida, se masturbaba todas las tardes frenéticamente en su auto.El abuelo de Carlita un señor de unos sesenta años, gordito y con una barba blanca se había convertido en mi cómplice, me observaba con una mirada como diciendo -sé que lo haces a propósito putita- y los dos nos sonreíamos de mi provocativa e inocente diablura. Así pasaba la primera semana de veraneo.Pasó un día. Fui a la siesta a buscar a mi amiga, como llamé y no me respondió nadie entre por la puerta del costado a la cuadra de la panadería y llegué al comedor. En el dormía el abuelo de Carlita. Penumbra, un ventilador prendido y roncaba boca arriba plácidamente en el sillón.Cuando me fui acercando despacito para no despertarlo me percaté que estaba en calzoncillos y un ...
... enorme bulto marcaba su entrepierna. Me fui aproximando sigilosa y pude ver como salían los enormes testículos y la punta de esa boa que tanto hinchaba. Me temblaba el pecho, no podía ni imaginar sin abrigar escalofríos ese enormepedazo de miembro dentro de una hembra y menos en mi interior en mi vaginita chiquitita y apretadita.Absorta, paralizada de curiosidad y miedo me fui acercando en puntillas. Dios. Nunca había visto un pene tan de cerca, creo que estaba a quince centímetros, de rodillas extasiada con la visión. Mis pupilas dilatadas y traspirada. Me maravillaba la enorme cabeza que me hechizaba en su contemplación.Mi corazón parecía que se me escapaba del pecho, un rubor sacudía mis cachetes y yo hipnotizada me acercaba inexorablemente, como bichito a la luz, su olor, el miedo y el deseó me saeteaban y me clavaban a su contemplación.De pronto el abuelo se movió, y con la mirada cómplice que compartíamos y casi sin abrir los ojos me preguntó – quieres tocarla Martita – Tembló mi cuerpo, creí que me moría, de vergüenza y terror.Con una mano liberó su verga mientras me susurraba - shssssssss tranquila nena, tranquila – y con la otra me acariciaba el pelo y el cuello en forma tierna pero intimidante. - Acaríciala¡¡ - me ordenó, tomando mis brazos y envolviendo el cilindro con mis manitas.Por primera vez tenía un miembro entre mis manos – eso putita me decía el – apretando y moviendo mis manos refregando su boa que se estaba poniendo dura y tiesa – eso mamita eso – murmuraba ...