Este no es un vecino cualquiera
Fecha: 31/03/2019,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Dinamujermadura, Fuente: CuentoRelatos
... duro anda fóllame rómpeme el culo mi amor que me muero de la dicha anda dame más que quiero sentir tu verga. Él aumento su ritmo al incentivarlo con mis palabras aumentando mi satisfacción volví a venirme botando mis jugos al pasto. Nos detuvimos volteándome nos besamos apasionadamente. Caminamos hasta el porche en donde me volvió a coger contra la pared besándome mis pechos, su verga entre mis piernas con un simple movimiento de pelvis entro en mi cuquita volviéndome a follar hasta sentir otro orgasmo mío. Luego seguimos caminando volteamos asía la piscina en donde la Aleida nadaba. Él al ver mi frescura y que Aleida lo saludo desde la distancia muy sonriente, entro en confianza ya que los dos estábamos desnudos. De pronto el se devolvió a la camioneta y saco el paquete de la carne que traía con papa, yuca, chorizos, y cerveza en lata. Se vino con todo. Nos sentamos a almorzar yo a su lado dándonos besitos como dos enamorados, nada más alejado de la realidad mi corazón palpita mas fuerte con su presencia, haciéndome sentir completa realizada. Terminamos de almorzar la carne estaba más exquisita que la de ayer y siendo del mismo becerro. Quedamos otra vez a full lo que nos hiso dormir un rato acostándome con él en la camita de la terraza en medio de caricias y besos. Al despertarme sus brazos me tenían abrazada estando de espaldas a su pecho fornido, sentí una paz inmensa, hermosa, su cuerpo sudoroso me olía a hombre viril. Mi mano izquierda agarro su verga ...
... acariciándosela hasta quedar en erección colocándomela en la entrada de mi cuquita y moviendo mi trasero me la fui metiendo, el se fue despertando besándome la nuca y acariciándome las tetas. Levante mi pierna izquierda dejando que me penetrara hasta el fondo fueron 20 minutos de placer, de éxtasis. Cambiamos de pose quedando yo boca arriba levantando mis piernas, se me monto encima le agarre la verga y me la coloque en mi trasero penetrándome suavemente, quedándose quieto al entrar todo lo que podía, moviéndola en círculos para luego empezar a follarme aumentando su ritmo, Aleida se nos acerca por arriba de mi. - Ven preciosa déjame lamer tu cuquita. Le dije, colocándose encima de mí de espaldas a Argemiro. Dejando que yo le mame su clítoris con mi boca estirada rosándolo con mi lengua. Sus bellos húmedos y enroscados me supieron a gloria, mientras Argemiro seguía rompiéndome el trasero con su potente envestidas el goce era total, sublime, espectacular, todo mi cuerpo temblaba, completamente a merced sin defensa alguna, dejando todo al tiempo encargado correr tanto como quisiera pero a la vez dejándonos espacio para la excitación, que no dejamos pasar aprovechando la libertad de poder estar con quien yo quiera estar y Argemiro era un hombre para tener en cuenta. Un orgasmo vino a mi contundente inundando todo. Pero algo paso que nos hiso detener tanta lujuria. Argemiro se nos puso pálido sus 58 años le cobraban pasándole factura teniendo que descansar un poco. Lo recostamos para darle ...