1. Infidelidad concertada


    Fecha: 30/03/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Dany, Fuente: CuentoRelatos

    ... para las negociaciones, había terminado todo lo que tenía que hacer el viernes por la tarde, y los ejecutivos de la empresa quedaron muy complacidos con su labor. Por la noche, cuando estaba en el hotel llamó a la compañía aérea para ver si podía cambiar el vuelo del lunes por uno del sábado, pues ya no tenía nada que hacer en aquel lugar. Pero le dijeron que no había posibilidad, pues todos los asientos estaban ocupados. Pero, le aclararon, que para el domingo había uno en clase turista, temprano por la mañana. A Gerardo no le importó e hizo la reservación. Le daría una sorpresa a Cecilia, su dulcinea, llegando un día antes. Cuando llegó a su país, el domingo por la mañana, dejó la terminal aérea y abordó un taxi, cuando ya se encontraban cerca de su casa, Gerardo le pidió al taxista que procurara hacerlo todo lo más silente que pudiera pues quería llegar por sorpresa. Le pagó al motorista, se bajó y cerró la puerta con gran cuidado para producir el menor ruido posible. Abrió con mucho cuidado la portezuela que permitía la entrada al parterre del jardín exterior, y la cerró de igual manera. Procuró no hacer ruido con las llaves de la puerta de entrada de la casa, luego la abrió con mucho sigilo, y la volvió a cerrar de igual forma. Cuando cerró le pareció escuchar en el interior algunas voces. En primer lugar identificó que en el fondo se podía oír la televisión, pero por sobre el parloteo de la televisión se escuchaba otra voz. Gerardo dejó la maleta en el piso del ...
    ... vestíbulo, y comenzó a caminar despacio, de puntillas, procurando no hacer el menor ruido. A medida se iba acercando se lograba entender lo que decía, era Cecilia, seguro que era Cecilia, pero lo que sus oídos escucharon no le agradó en absoluto: ―Roberto, métemela toda… Luego un muy breve espacio de silencio. ―Así, así… hasta adentro. Otra vez un espacio de silencio. ―Así, así quiero que me cojas, que me la metas hasta el fondo… también, también quiero mamártela, chupártela… me gusta tu verga grande… me hace sentir plena… Hay Roberto, me desnudé para ti, para que me cojas… así, así siento delicioso. No pares Roberto No pares, dámela toda… Era Cecilia la que hablaba; y eso a Gerardo le encendió los ánimos, en un segundo se puso como bestia rabiosa, ¡quién estaba con ella!, ¡quién era el malnacido que se la estaba cogiendo en su propia casa! Por un momento pensó entrar abruptamente a la sala de la televisión, para ver quien era ese desgraciado y molerlo a patadas. Pero algo dentro de él le dijo que eso no era lo mejor, de manera que procuró calmarse un poco y continuó caminando sigilosamente. Llegó hasta la sala de la pantalla, pero no vio a nadie más que a Cecilia, la cual no se había percatado de que él estaba allí, pues ella se encontraba recostada en el sofá viendo hacia el lado contrario. Estaba desnuda, y con su mano derecha se introducía y sacaba un pene de plástico de tamaño considerable. En la pantalla estaba corriendo un video en el cual una chica se estaba cogiendo a dos ...
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