Cogiendo en la casa modelo, la casa abierta
Fecha: 08/03/2019,
Categorías:
Infidelidad
Anal
Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... ver cómo salía completamente mi verga del culo de Melida y como se lo volvía a perforar con más agresividad. Fue tanto esa penetración, que Melida tuvo que pasar la pena de cómo su culo producía ciertos ventosos, de los cuales ella no tenía control, pues era yo quien le llenaba de aire su rico trasero. Con mucha más confianza ella me pide que me quiera volver a cabalgar. Yo asisto y me vuelvo a acostar sobre mi espalda y veo como Melida maniobra y frente a mí, ella toma mi verga, la apunta a su rico ano, y mi verga fricciona de nuevo las paredes gloriosas del culo de esta chica colombiana. Creo que es lo que más le fascina a Melida, montar, cabalgar, pues ella impone su propio ritmo y yo le correspondo para que tenga placer. Minutos después vuelve a cerrar los ojos y abrir la boca y vuelve a decir gritando: No pares, dame… Dios mío, me estás haciendo correr… Oh Dios mío, que rico. Le dejé de taladrar aquel hermoso culo hasta que ella me lo pidió y donde era evidente que eran más que un simple orgasmo, eran múltiples para Melida. Cuando cesó su placer, esta vez la puse de perrito y le seguí taladrando el culo a Melida. Esta chica tiene un talento bien especial, así como hay chicas que lo tienen con su vulva. Contraen muy bien las paredes de su vagina, que te hacen sentir ese vibrar exquisito de sus sexos. Esta colombiana lo hacía con su rico culo, que hasta se oía el chasquido que producía. En aquella posición, me hizo acabar delicioso, y le llené el ano con una rica y ...
... enorme corrida. Le dimos vuelta a la cobija, pues ya ese lado estaba lleno de nuestras secreciones sexuales. Nos volvimos a bañar y le he dado por la conchita a Melida otra vez donde logró su tercer o que se yo, séptimo orgasmo. Yo he logrado un tercero abriéndole el culo de nuevo pero esta vez en la posición algo similar al misionero, pero en esta ocasión, ella con las piernas abiertas y sobre mis hombros al borde de la cama. Hemos llenado y es evidente la follada que ha acontecido sobre esta cama. La habitación huele ahora a sexo, una especie de un extraño olor a cloro, pero que nos hipnotiza para seguir cogiendo. Hemos salido ya oscureciendo del lugar y donde tuve que ir a conseguir un cubre cama similar al que mi hermana Kashira había puesto en decoración de la casa modelo. Quizá era más fácil traerlo y lavarlo, pues el que compré, mi hermana lo notó fácilmente. Melida dio la excusa que uno de los visitantes lo había embarrado de comida, y que ella lo lavaría para que no quebrantar el matiz de colores que mi hermana había visualizado de aquel lugar. Por aquellos días, cogimos como locos con Melida en la casa modelo. Regularmente eran dos polvos a cada dos días y ella no sé cuántas veces se venía. Algunas veces el concepto de la casa abierta tuvimos que derogarla, pues al echarle llave en horas que debería estar abierta, lo único abierto en el lugar, era la conchita o el sabroso culo de Melida. Nunca me dejó que le diera placer oral, pues creo que tenía que ver con lo de su ...