Cogiendo en la casa modelo, la casa abierta
Fecha: 08/03/2019,
Categorías:
Infidelidad
Anal
Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... ¿Temes que te cause daño, que quiera abusar de ti? - ¡No creo que se atreva! No lo creo a usted de esa clase de hombres… -decía. - Sabes Melida, tú me gustas mucho, creo que eres una bella mujer, pero nunca me atrevería a tocarte si tu no lo quieres. Pero sabes, te voy a ser honesto, desde que mi hermana te presentó conmigo, desde ese día he fantaseado contigo. - ¿Usted fantasea conmigo? Si... si... hay muchas mujeres más lindas que yo y por lo que me cuentan por ahí, usted debe tener mujeres por todos lados. - No te niego, tengo algunas amigas con beneficios, pero eso no me priva a pensar y a soñar a pasar algún tiempo contigo. - ¡Usted sabe que soy casada! - Lo sé, y no quiero entrometerme en tu vida. Es solo una aventura que se puede repetir si tú lo deseas. Mira, yo no quiero que estés en problemas y yo no me quiero involucrar en ninguno. Mira, no me tienes que contestar, pero si deseas lo mismo que yo deseo, llámame durante el día y podemos inaugurar la casa y la habitación matrimonial nosotros dos. Ella solo guarda silencio y no me dice nada. Hemos llegado a la propiedad de la casa modelo y veo que es de buen tamaño. Amplia cocina, dos salas de recreación, cinco habitaciones, tres baños completos y toda esta amueblada con todo lo necesario y decorada por mi hermana Kashira. Melida se concentra en preparar los bocadillos en la cocina, mientras yo le pongo las mesas y toda la publicidad de venta en el guarda coches. Me tomo más tiempo del necesario, con la esperanza que ...
... Melida me insinué algo, pero solo me conformo con ver aquellos hermosos glúteos como hacen ese vaivén de los compas de su cadera. Me despedí de ella con el típico beso, como siempre lo hemos hecho, pero en esta ocasión yo le beso cerca de su oreja. Creo que ella lo toma como un equívoco del balance de mi altura con la suya, pues Melida me llega cerca de mi hombre. Por aquel tiempo, Melida debía tener unos años menos que yo, le calculé unos 33 años y yo rondaba los 36. Me fui con esa sensación que había traspasado la confianza y hasta sentía que había hecho el ridículo. Aun así, antes de abandonar el lugar, le volví a recordar: Piénsalo y podemos inaugurar la habitación matrimonial. –le dije. Me fui con un amigo a pegarle a las pelotas de golf por un rato y el tiempo se me pasó por aquel día volando que de repente vi el reloj que se acercaba a las 4:00 Pm y yo debería estar por Melida a las 5:00 p.m. Saliendo de mí ducha estaba cuando el teléfono suena a las 4:15 p.m. y escucho la voz de Melida: - ¿Tony, me jura que nadie sabrá nada? - Melida, nadie sabrá nada, esto quedará entre tú y yo. - ¡Vengase ya pues! Me vestí lo más pronto que pude y desde ese momento mi verga se me puso sólida, pues la idea que me comería ese culo no se me quitaba de la cabeza. Totalmente olvidé que Melida estaba embarazada y en el camino como si fuese un chiquillo paso por los típicos dulces mentolados y una botella de vino. Llegué un cuarto para las cinco y ella ya tenía limpia la cocina, pues todo ...