Mi jefa una Milf... riquísima
Fecha: 25/10/2017,
Categorías:
Sexo con Maduras
Infidelidad
Autor: Kapinho7, Fuente: CuentoRelatos
... Yo ante la situación y la cara que tenía mirando el bulto de mi polla bajo el pantalón, solo atiné a decir. Yo – Lo siento señora, lo siento, no era mi intención, de veras!!! Y salí de su despacho como alma que se lleva el diablo. Pasaron varias semanas, y un día casi a la hora de irme para casa me suena el teléfono y me dicen: “Oye, horas extras, que dice la jefa de recursos humanos que vayas a su oficina, que no le funciona el ratón del ordenador… y ha puesto mucho interés en que seas tú quien suba a arreglarlo” Otra vez cogí todo lo necesario y me fui cagando leches hasta la puerta de su oficina. Yo – Buenas tardes, se puede? Marta – Si, si. Por favor adelante!!! Su contestación y la sonrisa que reflejaba en su cara, me dejaron totalmente fuera de juego. Yo – Venía a solucionar el problema que tiene con el ratón. Necesito meterme debajo de su mesa, me permite? Marta – Si, si claro por supuesto, faltaría mas. Me metí debajo de su mesa para ver si el ratón estaba bien conectado, cuando Marta sentada delante de mi, abrió sus piernas y pude ver que NO LLEVA BRAGAS Y TENIA EL COÑO AFEITADO!!! Marta – Oye, quería pedirte disculpas por el modo en que te hablé y traté el otro día. Mientras me decía esto, se mecía de un lado a otro en su silla, haciendo que llegara a mi nariz el olor a flujo caliente de su coño. Yo – Vamos, no se preocupe usted, un mal día lo tenemos cualquiera y… podemos perder las formas. Marta – Pero es que me siento tan mal y tan arrepentida que no se si ...
... podría hacer algo por ti para que me perdonases. Yo – Déjelo, en serio que no tiene importancia, no le dé usted mas vueltas. Estaba terminado de conectar el ratón del ordenador, cuando Marta se levanta de su silla, la oigo dirigirse a la puerta de su despacho y echar el cerrojo de la puerta, impidiendo que nadie pudiera entrar ni salir. Yo saliendo de debajo de la mesa, le dije: Yo – Bueno esto ya está arreglado, se conoce que ha debido usted de darle algún tirón al cable del ratón y lo ha desconectado de la parte trasera del ordenador. Marta – Ufff, vaya que torpe soy!!! Yo – No para nada, puede pasarle a cualquiera… bueno ya me marcho. Marta – No espera, necesito que me hagas otro favor. Yo – Usted dirá? Marta – (Con voz muy sensual y colocada junto a mi jugueteando con mi brazo) El otro día cuando saliste de debajo de mi mesa, comprobé que tenías un bulto descomunal dentro de tu pantalón y llevo varios días dándole vueltas a la cabeza pensando en que clase de “herramienta” puede tener un informático que sea de ese tamaño? Yo – (Sonriéndome y mirándola fijamente a los ojos) Pues una “herramienta” que si usted la ve, va a querer jugar bastante con ella. Marta – Y tú me dejarías? Yo – Claro que si señora, por qué no la coge usted misma? Marta, se agacho y quitando el cinturón de mis pantalones, desabrocho el botón del mismo y tiró de ellos hacia abajo, para luego con sus manos comenzar un masaje tocando mi polla por encima de los calzoncillos. Marta – Uffff, miedo me está dando de ...