Mi jefa una Milf... riquísima
Fecha: 25/10/2017,
Categorías:
Sexo con Maduras
Infidelidad
Autor: Kapinho7, Fuente: CuentoRelatos
Estaba trabajando en una gran empresa como técnico de mantenimiento informático, cuando tuve mi segunda relación sexual con una mujer madura, se llamaba Marta y era la jefa del departamento de recursos humanos. Marta tenía 48 años, 1,70 cm de altura, rubia con el pelo cortado a media melena, ojos color miel, labios rosados y carnosos, pechos operados y un culo que provocaba más de un atasco en los pasillos de la oficina por verlo caminando. Marta tenía muy mal carácter, todos la temían, algunos compañeros decían que antes no era así, pero que un día salió un poco antes de trabajar y al llegar a casa pilló a su marido follándose a la asistenta de servicio, desde entonces, nunca jamás la habían vuelto a ver sonriendo por la oficina. Una mañana, me llaman por teléfono a mi departamento y me dicen: “Oye, sube a ver a la jefa del departamento de recursos humanos, dice que tiene un problema, no le enciende el ordenador”. Conociendo la fama de su mal carácter cogí todo lo necesario y me fui cagando leches hasta la puerta de su oficina. Yo - (Llamando y abriendo la puerta con una espectacular sonrisa) Buenos días señora, se puede? Marta – Si preguntas si se puede pasar, adelante… y si preguntas si se puede trabajar, está claro que con esta mierda de equipos no, no se puede!!! Yo – Bueno tranquilícese, verá como en un muy poco tiempo le tengo otra vez el ordenador funcionando. Marta – Eso espero, tengo muchísimo trabajo y no puedo perder ni un segundo por estas gilipolleces!!! En ese ...
... instante, me acerque a ella que seguía sentada en su sillón y le dije: Yo – Sería usted tan amable de apartarse un poco? Necesito meterme debajo de la mesa para ver el conexionado eléctrico y no tengo espacio. Marta de mala gana, se retiró el espacio suficiente de la mesa como para que yo pudiera meterme debajo a duras penas. Estaba en las labores de revisión del cableado del ordenador, cuando pude contemplar que justo frente a mi, ni tan siquiera a un metro, tenía a Marta, vestida con una falda y sentada con las piernas abiertas enseñándome todas las bragas, cubriendo un coño bastante poblado de pelos, los cuales se salían por los lados de las costuras. Esta visión consiguió que mi cabeza y mi polla empezaran a calentarse y, del trabajo que estaba haciendo, pasara a imaginármela a ella sobre la mesa de su despacho con las piernas abiertas y a mi destrozándole ese coño a base de embestidas con mi polla. Marta – Bueno que, terminas de una jodida vez de arreglar el ordenador? Yo – Lo siento, pero no veo ningún problema de conexionado en el ordenador, creo que pudiera ser que se le haya averiado la fuente de alimentación. Marta – Fuera de debajo de mi mesa inútil, ya ni siquiera arreglar un ordenador, fuera!!! Salí de debajo de la mesa lo mas despacio que pude para ni rozarla, pero al incorporarme, mi polla que estaba en erección fue a caer justo a la altura de su boca. Marta abriendo los ojos y la boca como a quién le falta el aire, solo atinó a decir: Marta – HIJO DE PUTA!!! ...