Helena y una nueva vecina
Fecha: 05/09/2017,
Categorías:
Anal
Sexo con Maduras
Lesbianas
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
... dudas de que realmente era lesbiana.Me acerqué a Helena y le desabroché los finos hilos que sujetaban su tanga, dejándola completamente desnuda. Ella se dio vuelta y abrió sus largas piernas, permitiéndome disfrutar de su monte bien depilado. Para ello me incliné sobre ella y comencé a pasar mi lengua por esa dulce rajita que tanto me gustaba. Marcela se incorporó y se ubicó detrás de mí, deslizando suavemente mi tanga por mis piernas hasta los tobillos. Sentí entonces que sus labios comenzaban a acariciar mi clítoris. Ahhh… realmente sabía cómo hacerlo. Helena ya comenzaba a jadear suavemente y en pocos minutos acabó en mis labios. Se levantó y nos besamos, mientras Marcela seguía lamiendo mi concha. Cuando notó que mi boca ya se había desocupado, giró su cuerpo sobre el mío y quedamos en posición de sesenta y nueve, comenzando yo a lamer y besar también sus labios mayores.Helena mientras tanto fue a buscar su bolso, de donde sacó un nuevo arnés que todavía no había sido estrenado; tenía una verga de silicona, de color negro transparente, gruesa, dura, de textura rugosa, excitante. Se lo ajustó a las caderas y se ubicó detrás de Marcela, para chuparle también ella la concha. La vecina comenzó a gemir más fuerte, pidiéndonos más y más.Pude ver que Helena lubricaba el aparato con gel y luego fue metiéndoselo muy despacio en el culo a su nueva amiga, que comenzó a jadear y gemir todavía más. Pidió que se lo metiera bien a fondo, le gustaba sentirlo por el culo. Helena por ...
... supuesto no se hizo rogar, comenzó muy despacio a moverse hacia adelante y atrás, disfrutando ver esa verga negra perderse dentro de la cola de Marcela, que cada vez jadeaba más intensamente, mientras trataba de mantener sus labios dentro de mi concha. Finalmente se tensó y comenzó a temblar, dejó de pasarme su sedosa lengua por mi clítoris y dejó escapar un aullido intenso y profundo. Había acabado mientras Helena seguía penetrándola analmente. Mi amiga continuó un rato más sin descanso, lubricando otra vez el aparato y volviendo a arremeter una y otra vez dentro de esa firme cola de nuestra nueva amiga.Marcela tuvo otro nuevo orgasmo y luego le pidió a Helena que le permitiera descansar, ya no tenía sensibilidad en la cola después de tanto ser taladrada…Era mi turno. Helena se había entusiasmado con el arnés, así que dejamos descansar a Marcela un rato y nos dedicamos un poco a nosotras. Abrí mis piernas todo lo posible y dejé que Helena me metiera esa cosa negra hasta el fondo de mi cuerpo, arqueando mis piernas para abrazar su cintura. Ella comenzó a moverse mientras nos comíamos las bocas, provocándome en pocos minutos un orgasmo brutal, como hacía mucho tiempo que no experimentaba.Helenita rechazó la idea de probar su nuevo juguete, porque sentía todavía un poco de dolor, a pesar de haber pasado bastante tiempo de esa noche inolvidable con Jorge. Prefirió que Marcela y yo siguiéramos pasándole nuestras lenguas hasta que entre ambas la hicimos acabar, entre medio de unos ...