Helena y una nueva vecina
Fecha: 05/09/2017,
Categorías:
Anal
Sexo con Maduras
Lesbianas
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
Helena y una nueva vecinaHelena no se presentó a trabajar un lunes y eso me llamó un poco la atención.A media mañana me llamó, para decirme que había ido hasta la guardia del hospital porque la vagina le dolía bastante. Había tenido una buena sesión de sexo salvaje con Jorge, demasiado salvaje, casi brutal era el término mejor empleado. El médico que la atendió pensó que la habían violado, pero ella lo convenció de que había sido una muy buena cogida nocturna con su propio esposo. Por suerte no tenía desgarros ni nada parecido, un poco de descanso y abstinencia curarían la inflamación y terminarían con el dolor. Jorge se ausentaría por unos días, así que tenía tiempo para recuperarse antes del reencuentro.Por la tarde me llamó para contarme que en el edificio de “nuestro” bulín de solteras se había cruzado con una vecina muy sexy y que le había parecido cien por ciento lesbiana. Le pregunté qué pensaba hacer con esa chica y me contestó que iba a tratar de levantársela y naturalmente terminaría cogiéndola, con mi ayuda o sin ella. Me reí a carcajadas y le dije que no me dejara afuera, confiaba en su muy buen gusto a la hora de elegir mujeres, así que seguramente su selección no me iba a defraudar.Pasaron varios días y durante un almuerzo me contó que había visto a la nueva vecina tomando sol desnuda por completo en la terraza. “Un cuerpazo terminado a mano, escultural… tetas naturales y bien firmes, la piel bronceada, un espectáculo”. Verificó que se encerraba en la terraza ...
para que nadie la m*****ara, pero ya estaba pensando de que manera trabar conversación y convencerla para disfrutar juntas del sol.El fin de semana siguiente me llamó a casa para invitarme a una sesión de sexo y lujuria entre mujeres, ya que finalmente se había hecho amiga de esta señora y por supuesto quería que yo también participara de la enfiestada. Elegí una buena bikini tipo tanga bien provocativa, me miré en el espejo para ver si realmente estaba en condiciones de competir con Helena y decidí que sería un buen día para tener sexo.Mi amiga me esperaba en el departamento a la hora que todavía había un buen sol para disfrutar, así que nos besamos un rato y luego fuimos en busca de la vecina. Ella nos esperaba lista para subir a la terraza. Helena la había descripto de manera bastante acertada, era una hermosa cuarentona rubia, muy llamativa, tenía unas curvas casi perfectas, suaves caderas, largas piernas, un hermoso cuerpo tallado a mano.Marcela, que así se llamaba, nos invitó a compartir un poco de sol. Subimos y nos encerramos en la terraza, lejos de miradas indiscretas. En principio solamente nos quedamos con una tanga, dejando nuestras tetas en libertad. Helena se puso boca abajo y pronto noté que se estaba tocando. Cambié de posición para observarla mejor y confirmé que estaba jugando ella solita, metiéndose un par de dedos en su dulce conchita. Mi mirada se cruzó con la de Marcela, que también había notado el solitario juego de mi amiga y entonces no me quedaron ...