La mesa del taller de Don Braulio
Fecha: 22/10/2017,
Categorías:
Anal
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
frotándome con su enorme miembro que aun guardaba en sus calzoncillos, entonces se arrodilló tras de mí y acariciando mis nalgas bajo mis calzas hasta el final de mis nalgas y corrio aun costado mi tanga con rudeza, yo estaba totalmente estupefacta pues no podía creer lo -que me estaba pasando, de pronto sentí su rostro en mi cola besándome las nalgas, me las abrió y empezó a besarme el culito, lo chupo, lo lamió, lo succionó, pasaba su lengua y la metía en mi pequeño orificio, yo jadeaba y gemía inevitablemente, sentí mi cara muy caliente, que me ardía de excitación, todo me daba vueltas, nunca me habían dado ¡tan ríca! comida de culo. Entonces se levantó e hizo que cambiáramos de posición, ahora yo me encontraba sentada frente a él con su pene en mi cara, un animalón enorme y moreno, grande, grueso, venoso y con el glande completamente hinchado de excitación, me tomó de la nuca jalándome los cabellos y comenzó a frotarme su miembro entre mis labios, su piel era suave, brillante y caliente, ésa sensación no me disgusto para nada, adiviné lo que quería que hiciera y abrí mi boca, él lo introdujo un poco, al sentirlo entre mis labios me gusto mucho la sensación e instintivamente empecé a chuparlo, al ver que yo misma se lo mamaba voluntariamente dejó de jalarme el cabello y de pronto ya no podía parar, se lo mamaba ávidamente aunque no cabía por completo en mi boca, después de hacerme que se lo chupara por un buen rato me retiró y volvió a inclinarme sobre la mesa, ésta vez ...
ensalivo mi culo para lubricarlo, ya estaba dispuesta a recibir el tremendo ataque pues acababa de probar el tamaño de su miembro y me preguntaba si todo eso podía entrar en mi pequeño culo, pero ¡como lo deseaba!, ya no me importaba nada, solo quería sentir esa tremenda pija penetrando mi hermoso culito. Sentí su enorme pene a la entrada de mi ano, me tenía empinada frente a él con mis piernas algo abiertas, mis calzas a medio bajar y mi cola bien paradita, entonces me dijo: ‘Ahora sí puta, te voy a romper el culo como tu querías ó acaso crees que no te había visto ya provocandome ahí afuera mostrandome el orto, pues ahora si vas a sentir una verdadera pija dentro, te advierto que esto te va a doler pero también te va a gustar y después hasta me pedirás que no te la saque’, entonces comenzó a abrirse paso entre mis nalgas; ¡WOOOOW!, ¡ERA ENOOORME!, sentí que me partiría en dos, movía mi cabeza incontrolablemente mientras le suplicaba: ¡NO! ¡NO!, ¡MEJOR NO!, ¡POR FAVOR, MEJOR NO!, traté de zafarme echándome para delante pero fue inútil, él me sujetaba por los hombros y me aprisionaba fuertemente contra la mesa, mientras seguía empujándomelo con fuerza, creí que me desmayaría, al ver que no estaba dispuesto a soltarme le suplicaba; ¡DESPACITO POR FAVOR!, ¡ME DUELE!, ¡DESPACITO, DON BRAULIO POR FAVOR, PORQUE ME DUELE MUCHO! ¡POR FAVOR!, DON BRAULIO ¡POR FAVOOOR!, pero él seguía metiendomelo poco a poco y no se detuvo hasta que lo introdujo completamente dentro de mí, grite y ...