1. Quieres problemas?


    Fecha: 06/02/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... que vi el dueño de la bolsa rota la reconocí, era ella, con su cara sudada de pena o de calor, apurada. No sé qué sentí, en teoría la odiaba, pero quería ayudarle, quería restregarle su falta de cortesía y mentarle también su madre, pero nada de eso hice, junté sus latas, sus jabones, sus aguacates y sus cajas de condones... Me jaló las cosas que le daba, como si se las estuviera robando. Puse cara de imbécil. Igual se marchó y no dijimos nada. Sólo nos vimos a los ojos, todo se me oscureció por dentro. El sabor de boca fue extraño. Creo en el destino, y esto, de alguna forma, era un tipo de destino. El tercer encuentro fue donde las cosas comenzaron a suceder. No he dicho ni media palabra, pero tenía una novia, como casi todo el mundo, su nombre era Brenda, era alta, rubia, de cuerpo firme y en su lugar, muy atractiva. Sus caderas podrían hacer perder a cualquiera, y era bastante caliente. Lo que más me gustaba de ella era verla mientras me mamaba el sexo. Sus labios carnosos se abrían de una manera voraz, y su lengua era larga y puntiaguda, tan larga y tan puntiaguda que me daba la sensación que era un reptil que abrazaba mi pene con su lengua que era a su vez otro reptil más pequeño e independiente. Mientras me mamaba me miraba a los ojos y sonreía, sin dejar de mamar. Aunque mamaba riquísimo, tenía sus bemoles, odiaba las corridas en la boca y se calentaba tanto mientras follabamos que se inhibía su sistema nervioso, desactivándose, quedando bastante inmóvil. Su coño no ...
    ... era muy carnoso, pero apretaba muy bien. Es importante esto de la lengua, pues dentro de mis manías para elegir chica está la de que tengan las manos largas y que su lengua sea también larga y puntiaguda. ¿Por qué?, no lo sé, pero lo cierto es que les compro una nieve con tal de ver como la devoran, como la lamen, y sobre todo, ver la anatomía de esa lengua. Brenda sabía de esta fijación, tan así que cuando me pedía ella que folláramos no lo hacía con palabras, sólo sacaba su aguda lengua y la movía rápido y filosamente como una cobra. Esa vez fui al cine con Brenda, que es bastante impuntual. Llegamos y la película había empezado. Además era estreno de la película "Amores Perros" que había tenido buena publicidad. Tuvimos que quedarnos en el fondo de la sala de cine, recargados en una pequeña bardita. Cuando entramos al cine me pareció ver la silueta de la chica del Toyota, de manera que poca atención pude poner a la película, me la pasé buscándola de manera casi permanente. Tocó el intermedio. -Voy por algo para comer, tú mientras aprovecha que han prendido las luces y observa si hay algunos asientos en que podamos estar.- Le dije a Brenda. -Está bien, amor- En realidad quería estar sólo para mirar por todos lados y ver a mi vieja amiga, teníamos casi un mes de saber uno del otro y la verdad no había pasado un solo día en que, saliendo a la calle no esperara encontrármela. Miré para todos lados y no la vi. Sin embargo el aire se respiraba extraño, seguro que andaba cerca. Me ...
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