Quieres problemas?
Fecha: 06/02/2019,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... debería dejarme atar de los ojos. Pese a que sabía que eso no dejaba de ser un riesgo tratándose de esta esquizofrénica, acepté. Durante el camino fui escuchando su voz cantando las canciones que salían en la radio, sintiendo cómo con la mano con la que no sostenía el volante me tocaba la pierna, la mano, sintiendo como jalaba mi mano a fin de que la colocara sobre su pierna, aunque impidió que la encaminara hasta su coño. Volvieron a asaltarme las dudas si entre sus piernas habría un coño o una verga. Llegamos a un lugar, al cual inútilmente quería identificar por el olor, pues aunque me olía familiar, olía como cualquier hotel. Entramos en una habitación, escuché que cerró las dos aldabas de la puerta. Me quitó el vendaje de la cara. No había nada particular en esta habitación, que si bien era una suite, era una suite ordinaria. Con una cama inmensa, una mesita con dos sillas alrededor, espejos en los muros. Me invitó a sentarme en las sillas. Allí platicaríamos. Su voz no era como siempre, se escuchaba más gruesa que antes. Me dio escalofríos pensar que se tratara de un hombre, cosa que sería prácticamente imposible a menos que mi edad no hubiera sido suficiente para distinguir a una mujer de un excelente travesti. -Debes tener muchas preguntas. ¿Cuál es la que más quisieras responder? -¿Por qué yo? -Porque me gustas y siempre tomo aquello que me gusta. -Pero no me pediste mi opinión. -Tu opinión es algo que me has dado todo el tiempo. No ha pasado un segundo en que no ...
... hayas dejado de pensar en mí, sales a la calle y estas son sólo una oportunidad más de toparte conmigo, aun en tus sueños me llamas, y créeme, soy muy sensible a eso, a ser el objeto de pasión de un hombre. Sólo te devuelvo el favor pensando en el momento en que has de abrirme completamente, llenarme de caricias, aprovecharme completamente, es decir, te devuelvo el favor pensando en este momento. Sirvió un té en un par de tazas que había ahí y comenzamos a beberlo. Nunca me ha gustado el té, pero este lo bebí ciegamente, como si se tratara de la primera de las ordenes que iba a tener que cumplir. Bebí varias tazas. Empecé a sentirme algo relajado, visceral, intenso. -¿De qué es este té? Pregunté. -De Marihuana y otras hierbas. ¡Vaya, ahora me encontraba inclusive drogado!. La verdad es que siempre he creído que la ilegalidad de la marihuana es algo muy injusto, considerando que alcohol y tabaco se pasean por la calle sin ningún tipo de restricción, siendo que no son más nobles que la cannabis, sin embargo no me agradaba la idea de estar ahora drogado sin haberlo consentido, aunque pensándolo bien, esta manera cobarde de hacerlo "sin saberlo" es la que mejor le sienta a gente cobarde como yo. Ella se paró de su silla, parándose frente a mí, desanudó el cintillo de su vestido y lo abrió como si fuese una naranja exhibicionista, dejando ver que estaba desnuda, fragante, blanquísima, con su sexo repleto de un vello grueso y abundante. Una mujer afortunadamente. Parecía un ángel ...