1. Historias de oficina (23) Un placer coincidir en esta vida


    Fecha: 09/01/2019, Categorías: Hetero Erotismo y Amor Autor: Danuss, Fuente: CuentoRelatos

    ... maravillosa de como los agentes descendían por esos cables de los helicópteros mientras unos camiones raros con sus siglas volteaban los enormes portones principales. La puerta de mi despacho se abrió, un hombre sacando un arma se acercó— llego la hora Mariza —me dije a mi misma. El sujeto mantenía sus ojos fijos en los míos, pero de repente… prácticamente de la nada Michael entro a la habitación, mis ojos se fijaron en él, el sujeto se dio cuenta automáticamente de que algo pasaba, aunque solo tuvo tiempo de voltearse antes que su garganta fuera abierta de lado a lado. Cayó al suelo desangrándose entre quejidos ahogados, tratando desesperadamente de tapar la herida con sus manos. —Mi querida Srta. Márquez es un placer volver a verla —dijo al tiempo que guardaba el cuchillo nuevamente en su cintura. Verlo ahí frente a mí, tan sonriente como siempre me lleno de felicidad, me sentí de nuevo tan segura y protegida, sentía que ni siquiera Sara misma podía tocarme, como si el hecho de estar con mi sanguinario amigo formara un campo protector o algo por el estilo. Me tire contra él abrazándolo con todas las fuerzas que mi cuerpo podía darme, no quería que me suelte, no quería volver a estar en peligro. —No tenemos tiempo —dijo solamente haciéndome a un lado. —¿Y Víctor? —pregunte entusiasmada. —Se quedó en la base. —¿No quiso venir? —pregunte desilusionada. —Él quería, pero le explique amablemente que era demasiado peligroso. Me costó creer que Michael lograra tal cosa, pero por ...
    ... el otro mi corazón se alegraba muchísimo, me ponía muy contenta que por fin se estuvieran llevando bien. Se sacó el chaleco que estaba usando —Police INTERPOL— podía leerse con letras bordadas en un color blanco brillante. Desenfundo su arma y espió si había alguien en el pasillo. —No puedo usar esto, vos también tenés que protegerte. —Rápido —ordeno ignorando mi comentario. Había vuelto a ser esa especie de persona que oculta sus sentimientos. Apenas si me miraba simplemente daba órdenes— abajo, muévete, rápido, apúrate, silencio— ¿no me había extrañado? Recorrimos el largo pasillo hasta llegar a una de las escaleras. —Quédate acá, callada —dijo alejándose. Escuche tres disparos seguidos de unos gritos de dolor, alguien toco mi hombro. Grite con fuerza. —Te dije que hicieras silencio —me reprendió con mala cara. Bajamos las escaleras poco a poco, estábamos a un paso de la puerta. Un solo disparo se escuchó. La blanca camisa de Michael ahora mostraba un pequeño agujero, rápidamente la sangre comenzó a brotar de la herida, la toco… miro su propia sangre manchando sus dedos. Trastabillo dos pasos hacia atrás cayendo finalmente contra una pared. —¡No, Michael! ¡Mírame…! ¡No, mírame…mírame! Vas a estar bien. —No le mientas a un moribundo Mariza. Te dije que todos deben pagar por sus acciones. Sus balas se habían acabado, la pistola nueve milímetros así lo hacía enseñando su cañón. —No necesito, una pistola para eliminar a alguien tan insignificante —dijo al momento que sacaba una ...
«12...678...13»