NEGOCIOS - Relatos Eróticos

NEGOCIOS

... comprado, me dirigí a la estación del metro, y ni que yo lo hubiese preguntado, al pasar por una calle rumbo a la estación vi a un grupo de mujeres vestidas muy sensualmente, ofreciendo placer a los transeúntes y a los conductores que pasaban por el sector, me pare en una vitrina para observar la acción, y vi como unos chicos se llevaban a una, y otra se montaba en un carro, la otra se fue con un señor, y pensé que tal vez ese era el sitio para empezar mi negocio, y me fui a casa, en el metro también pude ver a varias trabajando y haciendo lo que me hicieron a mi la noche maravillosa, se hacían delante de un tipo, y se le apretaban, cuando veían que el tipo entraba en su juego, le susurraban al oído y se bajaban del metro con el de la mano, como me paso a mi. Pensé, pues ahí están mis sitios de trabajo, me toca es perder el miedo y tener decisión y fortaleza. Con este pensamiento llegue a casa, mi padre ya estaba bebiendo, lo salude y me saludo levemente, ni le importo que yo trajera paquetes, solo miraba su copa que ya estaba vacía para volverla a llenar, me encerré en mi cuarto abrí la ventana, corrí las cortinas para que entrara mucha luz, era otro ambiente , no como el ambiente que había desde que tenia uso de razón, tenue, oscuro, solitario, tenebroso, había lavado y pintado el cuarto con muchos colores y lo había adornado muy femenino, al fin nadie mas que yo entra en el, abrí las bolsas y empecé a sacar las prendas, en seguida me desnude y me probé cada tanguita, ...

... cada hilo, cada brasier, todo estaba maravilloso y se me veía muy bien, lo mismo con las falditas, las licras, los shores, los jeans, los topcitos, las blusas, los tacones y desfilaba para ver como se me movía el culito, me probaba las pelucas a ver cual me quedaba mejor, me aplicaba maquillaje para ver cual se acoplaba a mi piel, a mi forma de cara y a la peluca, combinaba, miraba revistas que me había encontrado en la basura, y trataba de pintarme como las modelos retratadas, en fin estaba loca con mi nuevo rol femenino, y lo mas importante dispuesta a seguir adelante, costara lo que costara, era mi felicidad e iba a luchar por ella. Había decidido que empezaría el día siguiente, pero cuando salí del cuarto, vi que mi padre ya se había quedado dormido en el sillón, mire a la calle y estaba sola, y pensé porque no empezar inmediatamente, comencé a planear todo me vestiría y saldría vestida de chica, bien arreglada, por si alguien conocido me veía, no me reconociera aprovechando la penumbra, de las luminarias, vivía a dos calles de la estación del metro, si lograba llegar allí, me confundiría con el resto de los pasajeros, el problema era salir de casa, pues el dueño vivía en el piso inferior, tenia que asegurarme que ya se hubiera acostado, para evitar malos entendidos y tener quedar explicaciones, me vestí muy coquetamente, me puse la peluca rubia, me maquille muy suavemente, para que resaltaren mis ojos y mis labios, me puse un brasier de encajes blanco, y un hilo del mismo ...