NEGOCIOS - Relatos Eróticos

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... deliciosos que viví y le conteste diciendo un simple –nada- y lo que le sorprendió, fue que lo mire y le sonreí, pues nunca hago eso con nadie, o al menos nadie conocía mi sonrisa. Mi vida continuo, normal, de la casa al colegio, y del colegio a la casa, lo único es que era mas jovial con todos, hasta con el morboso del profe de cultura que se dio cuenta de eso y me lo pregunto de manera coqueta – y eso por que tan feliz- no conteste nada solo sonreí de nuevo. En casa todo seguía igual, mi padre tomando y la casa patas arriba, pero para mi era diferente, me coloque una pantaloneta, y una franelilla, sandalias y hacer los oficios de la casa, me sentía algo excitada pues el rose de la pantaloneta apretada, lo mismo que la franelilla estimulaban mi rajita y mis pezones, al movimiento de mi cuerpo al hacer las labores, eso no me sucedía antes pues siempre esta vestido con sudaderas anchas y camisetas muy anchas, encendí la radio y cantaba y bailaba, termine las labores domesticas, me bañe muy sensualmente, dándome un poco de placer, como había echo siempre que me bañaba desde la maravillosa noche, me contemplaba en el espejo y veía mis rasgos faciales, y recordaba las palabras que me dijeron, que era linda, que estaba bella, que tan bonita, y pensaba que me iba a dejar crecer mas el cabello, pues lo tenia normal para un hombre, fui al mercado y compre un poco de fruta, comí y me senté hacer las tareas, como toda una damita, mi lado femenino había salido a flote, y ya no lo ...

... podía parar, pero lo mas importante me sentía feliz, y eso era lo que importaba. Estaba ensimismada, en mi belleza y en mis tareas, cuando tocaron a la puerta, y pensé que quien seria si papa tenia llaves, y él llegaba mas tarde, me pare me puse la sudadera y el buzo holgado y fui abrir la puerta, era el dueño de la casa que buscaba a mi padre, me comento que ya le debía varios meses y que no le daba la cara, me dijo la suma de lo que se le adeudaba y se retiro diciéndome, -que tal vez me iba tocar ponerme a trabajar para que me hiciera cargo de la casa- cerré, y esas palabras quedaron sonando en mi cabeza, -trabajar- y pensé, pues la noche maravillosa fue como si hubiese trabajado, pues me pagaron y bien pago, y además de eso lo había disfrutado mucho, quizás podría trabajar dando placer a los hombres que lo quisieran, solo tenia que encontrar la forma de contactarlos y poner mi tarifa, y pensaba que el metro podía ser un buen lugar, y averiguar donde se estacionan las chicas que trabajan en esto. Con ese pensamiento me puse mi ropa holgada y me fui de compras, tenia aun el dinero de la otra noche, llegue a un almacén y me compre, tangas, hilos, cacheteros, brasieres, licras, jeans, shores, falditas, topcitos, blusas, chaquetillas, zapatillas de tacón un set de maquillaje y perfumes, un juego de varias pelucas de diferentes colores y peinados, en fin todo un equipamiento para mi nuevo look y para mi trabajo. No veía la hora de llegar a casa a mirar y colocarme todo lo que había ...