1. Infidelidad con mi mejor amigo


    Fecha: 24/11/2018, Categorías: Infidelidad Confesiones Autor: Fannyco, Fuente: CuentoRelatos

    ... pequeñas por el efecto de la luz, notaba un poco de miedo y excitación a la vez, esos expresivos ojos me dejaron ver todo. Mientras miraba a los ojos yo continuaba moviéndome, el seguía aferrando sus manos a mi cuerpo, pero ahora había llegado a mis caderas, me ponía demasiado caliente ver su cara confundida y con mucha excitación, sentir su respiración y escuchar sus jadeos, y de pronto sólo vi sus labios, parecían un imán, no podía mirar otra cosa, me acerqué de a poco y lo besé, respondió con un beso desesperado, lleno de deseo mordía levemente mis labios, estaba perdida de deseo, y si él lo hubiese querido, le hubiera permitido hacer conmigo lo que deseara. Los golpes a la puerta nos devolvieron a la realidad, corrí al baño rápidamente con mi bikini y short en las manos, entré al sanitario a vestirme cómo como rayo, me empapé un poco la cara y acomodé ligeramente mi cabello, ¿cuánto tiempo habría pasado?, por supuesto que vendrían a buscarnos, mi teléfono celular se había quedado en mi bolso allá en la piscina, no sabía qué hacer, de pronto escuché el cerrojo de la puerta correrse. Gaby también tenía llave electrónica de la habitación, al escuchar la puerta, abrí la del sanitario y ahí estaban, preguntándose qué pasaba, eché un ojo a la cama y vi a Carlos acostado boca abajo, parecía... ¿dormido?, mi mente pensó inconscientemente: -menos mal que supo esconder su erección- solté un "hey" que me hizo sentirme incómoda, de esas veces en que te arrepientes de lo que acabas ...
    ... de decir, Martín preguntó por qué no bajábamos y le respondí un poco temerosa que Carlos se había sentido mal, esperamos un poco a que se le pasara y se había quedado dormido, pareció creíble y me preguntó si ya íbamos a la piscina, Gaby decidió quedarse con Carlos. Bajé muy incómoda por la situación, metimos los pies a la piscina mientras nos bebíamos los tragos ya casi sin hielo y después le dije a Martín que tenía sueño, me puso un semblante desconcertado y asintió con la cabeza, nos fuimos a la habitación en silencio, un piso más arriba que la de Carlos y Gaby y me dispuse a intentar dormir, había sido un día raro, y me incomodaba pensar en los días posteriores a lo ocurrido, lo quité de mi mente y cerré mis ojos. Soñé las situaciones más inimaginables con Carlos, había piel, humedad y espasmos por todos lados, me levanté a oscuras empapada en sudor y muy mojada, no acostumbro soñar absolutamente nada, ¿cómo demonios se había metido en mis sueños?, tomé mi teléfono, alumbré un poco para encontrar mi bolso y salí de la habitación, saqué un cigarrillo y lo encendí con prisa, necesitaba relajarme y no pensar en aquella situación, acto seguido, encendí otro cigarrillo, aún no me tranquilizaba, necesitaba mi lubricante social por excelencia, el alcohol. Para no despertar a Martín, bajé al bar a ordenar un trago, me senté en la barra al aire libre y volteé a contemplar la inmensidad del mar en la oscuridad, escuchaba las olas y el viento, era agradable sacarme de la mente a ...
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