Internet y sus relaciones VI
Fecha: 04/09/2017,
Categorías:
BDSM
Masturbación
Sexo Duro
Autor: Escritordebondage, Fuente: xHamster
... zonas de paso. Darkshadow vió en seguida una oportunidad excelente para comenzar a mostrar a la joven lo que tenía reservado para ella.Antes de entrar en el coche –dijo- quiero que me muestres la ropa interior que llevas puesta.Sí, Amo –respondió Ruth, mirando que no la viese nadie y levantando el borde delantero de su falda hasta descubrir un bonito tanga transparente de color rojo que no llegaba a tapar el triangulito de pelo negro que coronaba su joven chochito. La fina telilla se adhería a su ya húmeda raja, delineando claramente el contorno de sus labios vaginales.Un tanga muy bonito. Te felicito por la elección. Es una lástima que vaya oculto bajo la falda y no tengas oportunidad de lucirlo. Quizá debieramos solucionar ese problema.No... no le entiendo, Amo. ¿Qué... qué quiere que haga?Quiero que te quites la falda, perra, y que me la entregues ahora mismo –ordenó Darkshadow con un tono severo y autoritario que hizo aflorar los más profundos instintos sumisos de la joven.Sí, Amo. Lo que Usted ordene, Amo – respondió Ruth con premura, mientras sus manos bajaban la cremallera de la falda y la dejaban caer hasta los tobillos.La muchacha dio un paso atrás, se agachó a recogerla y se la entregó a Darkshadow. Sus nalgas y la parte superior de sus muslos estaban ahora totalmente expuestos. Ruth miraba a todos los lados, temiendo que en cualquier momento alguien que pasase cerca acabase descubriendo su estado de desnudez. Afortunadamente, no había nadie próximo a ellos.Así ...
... está mejor –resonó la voz del Amo- Ahora quiero que desabroches los botones de tu camisa, te bajes las copas del sostén y me presentes tus tetas.Sí, Amo.A pesar de su temor a ser descubierta, la forma en la que Darkshadow la estaba tratando tenía a la joven sumisa chorreando de excitación. Eso, y el deseo profundo de agradar a su Amo en su primera sesión, hacían que Ruth obedeciera ciegamente las órdenes que se le daban. Sus nerviosas manos tardaron más de lo habitual en desabrochar los botones de su camisa rosa, entallada, mostrando un sujetador de encaje rojo a juego con el tanga que llevaba. Entonces, volvió a mirar alrededor y tras percatarse de que seguían solos, bajó las cazoletas del sostén y dejó al aire sus dos magníficas tetas, cuyos pezones erectos apuntaban desafiantes hacía arriba. Era evidente que estaba terriblemente cachonda.Darkshadow alargó sus manos y tomando ambos pezones entre los dedos pulgar e índice los amasó con delicadeza. Ruth comenzó a suspirar y su respiración se hizo más agitada, al tiempo que una abundante descarga de flujos acababa de empapar su diminuto tanga.¿Eres una verdadera zorrita cachonda, verdad? –preguntó el Amo, acercando su cara a la de la chica y mirandola fijamente a los ojos.Sí, Amo –balbuceó la joven, su ardiente deseo haciendola olvidar finalmente dónde se encontraban.¿Y qué deseas de mi, preciosa?Servirle, Amo. Servirle como la perra sumisa que soy – soltó Ruth, vaciando el interior de su alma.No es fácil servirme, zorra. Soy un ...