Internet y sus relaciones VI
Fecha: 04/09/2017,
Categorías:
BDSM
Masturbación
Sexo Duro
Autor: Escritordebondage, Fuente: xHamster
Ruth esperaba nerviosa en el vestíbulo del aeropuerto. ¡Por fin iba a conocer al Amo! Lo estaba deseando. Mientras miraba fijamente la pantalla que desde un cuarto de hora antes anunciaba que el vuelo de Iberia procedente de Barcelona había aterrizado, la joven se alisaba inconscientemente la corta minifalda negra y tableada que llevaba puesta. La prenda era, sin embargo, lo suficientemente larga como para cubrir el borde superior de las medias de seda negra que vestían sus proporcionadas piernas y que desaparecían bajo unos zapatos, también negros, de generoso tacón.No tenía ni idea de cómo era el Amo físicamente, así que miraba expectante a todos los hombres más o menos jóvenes que aparecían entre las puertas correderas, esperando que más tarde o más temprano, uno de ellos se dirigiera hacia ella. Su corazón latía con inusitada velocidad. Si no aparece pronto, me voy a caer redonda, pensó.Volvieron a abrirse las puertas. Esta vez era una mujer con un niño de la mano y su marido, que llevaba un carrito con otro pequeño y tiraba de una maleta. Ruth los miró mientras se alejaban de las puertas. El hombre era atractivo, alto, con un cuerpo atlético. Tenía el pelo rubio oscuro y lo llevaba cuidadosamente recogido en una coleta. De pronto, se detuvo, soltó el cochecito, cruzó unas palabras con la mujer y ambos se besaron en las mejillas. Después, la chica se alejó hacia la salida, llevándose con ella a los dos niños. El hombre miró alrededor y entonces sus ojos se encontraron ...
con los de Ruth. Una amplia sonrisa atravesó su rostro. ¡Es él!, pensó la joven. Sintió cómo sus mejillas ardían y apartó su mirada hacia el suelo. ¡Dios, qué bueno está!, pensó. Había tenido tiempo de ver sus increíbles ojos azules, sus labios gruesos, su sonrisa embriagadora y la cuidada perilla que daba a su cara un aire rebelde. Sintió los pasos acercándose hasta que se pararon frente a ella y temblando como un flan se forzó a mirarlo. El la sonreía, en silencio.Hola, Amo. Es un placer conocerlo. ¿Ha tenido Usted un buen viaje? –de alguna forma aquellas palabras salieron de su boca sin que se le escapase también el corazón.Excelente, perrita. Y he de decirte, que ha merecido la pena tan solo por ver lo sexy que te has puesto para recibirme.La joven se sonrojó.Gracias, Amo.Muy bien, ahora vamos a tu coche. El día va a ser muy largo y estoy deseando comenzar tu adiestramiento.Como Usted desee, Amo.Ruth comenzó a andar hacia la salida, pero Darkshadow la hizo detenerse.Lo primero que debes aprender es que una sumisa no anda por delante de su Amo. Ni siquiera a su lado. Eso sería reconocer una igualdad que no es real. A menos que yo te lo indique deberás caminar dos pasos detrás de mi, a mi izquierda ¿está claro?Sí, Amo. Perdón por mi osadía.Por esta vez, queda perdonada, pero ahora que ya lo sabes, la próxima vez serás disciplinada.No volverá a ocurrir, Amo.Eso espero.El coche de Ruth estaba estacionado en el aparcamiento del aeropuerto, en una plaza bastante alejada de las ...