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Con ayuda de mi suegro
Fecha: 06/11/2018, Categorías: Incesto Infidelidad Autor: Sandra_lujuria, Fuente: CuentoRelatos
... clubes para pasar sus desoladas tardes ocupándose en algo. Por las mañanas él me preparaba el desayuno para que no me fuera al trabajo con el estómago vacío y por las noches yo siempre le hacía compañía para ver juntos su telenovela favorita. Una de esas noches noté que don Fernando se estaba acariciando el miembro ocultando su mano dentro de la bolsa del pantalón. La telenovela que veíamos la protagonizaba una bonita actriz cuyo personaje perdería su virginidad en ese capítulo. No quise que don Fernando supiera que me había dado cuenta de lo que hacía y no le dije nada. Lo que pasó me puso un poco más alerta con respecto a mi suegro y noté que también se toqueteaba del mismo modo cuando desayunábamos juntos y por las prisas me sentaba a la mesa envuelta en mi bata de baño sin llevar nada más debajo. No había pasado mucho tiempo cuando descubrí que el viejo se excitaba viéndome hacer la limpieza de la casa. Aprovechaba cualquier descuido mío para asomarse en mi escote mientras yo fregaba el piso del baño o me veía el trasero mientras sacudía los muebles. No me molestaba el hecho de saberme observada. Estoy tan acostumbrada a las miradas de los hombres, que la de mi suegro me parecía solo una más. Pero que él se tocara mientras me veía no me gustaba ni un poco. Procuré acudir bien vestida a la mesa para tomar el desayuno y no usar ropa llamativa a la hora de hacer la limpieza. Pero aun así, don Fernando seguía en las mismas. Un domingo que estaba lavando la ropa, noté que ...
... una de mis tangas tenía una sospechosa mancha blanca, quise pensar que se había ensuciado con mi flujo vaginal, pero detestaba que mis prendas se ensuciaran de tal forma y siempre tenía cuidado para evitar que pasara. Entonces pensé que a Roberto por fin se le había parado y se había masturbado y eyaculado en mi tanga. Así que en la noche, sospechando que mi marido había recuperado los bríos, me puse un baby doll muy sexy y lo esperé acostada en la cama a que saliera de bañarse. Me encantó la cara de sorpresa que puso al verme vestida así después de casi un año de no hacerlo y acudió a mi encuentro dispuesto a tomarme. Nos estábamos besando muy rico y él me dedeaba despacio clavándome dos dedos hasta el fondo; busqué su verga deseándola casi con fervor, pero de nuevo el instrumento estaba totalmente desconectado -¿Quieres oler mi ropa interior sucia, mi amor? ¿Eso te prende?- Le pregunté pensando que el olor de mi sexo en la ropa sucia lo excitaba secretamente. -Pues, no s si me prenda. Pero podemos probar- Así lo hicimos pero nada pasó. Nos dieron las cuatro de la mañana intentando de todo para vencer su impotencia, pero lo único que logramos es que yo tuviera dos orgasmos cuando él me dio sexo oral y uno más cuando me masturbé mientras él me veía hacerlo. Acabé rendida e insatisfecha porque para mí no hay nada que se parezca a tener un buen palo de hombre dándome placer. Me fui a asear al baño (eso le dije a mi esposo) pero lo que en verdad quería hacer era masturbarme como ...