Angy-Ángel
Fecha: 31/08/2017,
Categorías:
Confesiones
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
poco su mano fue bajando hasta tomar su pequeño miembro con ella para masturbarse despacio sin dejar de mirarme fijamente. -Chúpamela, ven mira que rica la tengo, bien pequeñita. ¿No quieres? Nadie lo va a saber. ¿No te gusto? Estoy chiquita, apenas tengo 15 años- me decía sin dejar de sacudirse la verguita, hechizándome con su voz y con sus ojos. –Mira mis huevitos, pruébalos están llenitos y gorditos… ven… cómeme… pruébame. Te va a gustar, no tengas miedo. Me sentía muy raro, pero estaba demasiado caliente y el jotito estaba muy bonito. Así que poco a poco fui cediendo. Primero recorrí su estómago con mi boca y aún con muchas dudas de mi parte fui bajando mi boca hasta ese pequeño caramelo. Ella, sin soltarlo me lo puso en los labios y lo pasaba por mi boca cerrada, sentía su otra mano en mi nuca empujándome para abajo, sobre su lancita. –Chupa, papi, pruébame y verás que rico estoy- me repetía. No me convencía de abrir la boca, así que dejó mi nuca esperando que me alejara, pero no me fui de ahí y que saqué mi lengua y tímidamente lo empecé a lamer en la punta. Angy se estremeció al sentir mis lamidas y abrió más sus piernas. –Mmm, lámela, lámela toda papi, la cabecita, así así- me decía. Bajó su otra mano y ahora con ambas sostenía su verga frente a mi boca, dejando que se la lamiera bien. Como si estuviera ebrio me fui metiendo su pene a la boca, sintiendo como cabía fácilmente completo en mí. Luego empecé a chupársela sin mucha idea al respecto. Ella me dijo que ...
tuviera cuidado con mis dientes y poco a poco fui aprendiendo. Me tomó con sus manos de la cabeza y echó su abdomen para adelante y para atrás, gozándome por la boca. Me bajé al piso y la senté bien en el borde del mismo, abrí completas sus piernas y le metí un dedo en el culito. Seguí chupándole la verga y los huevitos sin dejar de enterrarle mi dedo en el ano. Luego fueron dos mis dedos dentro de ella. Me enderecé y le pasaba mi verga bien erecta por la suya, se la golpeaba con mi gordo garrote y le punteaba los huevitos con la cabeza de mi verga. Angy se echó una buena cantidad de saliva en su mano y me embadurnó la verga, luego más saliva en sus dedos y retiró los míos para meterse los de ella y llenarse el culo de resbalosa saliva. Me agarró de la verga y me acercó a su ano. Sin miramientos le metí la cabezota y casi 10 centímetros de miembro duro. Ella se quejó mucho cuando sentía como avanzaba y se quería alejar de mí, pero la aseguré por la cintura hasta que le enterré todo el pene entero. Me enterraba las uñas en el estomago, queriendo que retrocediera pero ni así. La tomé de las muñecas y me recosté sobre ella metiéndole la lengua en la boca abierta de dolor. Cuando sentí que ya no hacia esfuerzos por soltarse de mis manos, las dejé y la rodié de la cintura, me rodeó del cuello y nos empezamos a besar. Le alcé los tobillos a mi cuello y me la cogí así durante mucho tiempo. Me vine bien adentro de ella llenando sus intestinos de leche y me salí para irme al baño a limpiar ...