UN TATUAJE POR EL DÍA DE LOS ENAMORADOS (PARTE II) - Relatos Eróticos

UN TATUAJE POR EL DÍA DE LOS ENAMORADOS (PARTE II)

Luego de que el tatuador terminó de recoger sus implementos, mi novia se acostó boca arriba sobre una de las otras camillas. El sudor de la cogida anterior la hacían ver demasiado atractiva.Sus pezones marrones duros, su vientre agitado y un brillo en su concha producto de sus flujos.- Tú y tú, vengan para acá -, señaló a los tatuadores. - Amor, por ahora tú verás -.Mi tatuador se acercó y comenzó a comerle las tetas, mientras se iba desnudando. El otro tatuador, se puso entre las piernas de mi novia para chuparle el clítoris, de arriba a abajo, mordiendo suavemente.Mi novia tenia cara de puta en celo. Con una mano estaba masturbando a mi tatuador, mientras que con la otra guiaba al que le mamaba la concha.- Es tu turno- , me dijo moviendo su mano lentamente para que me acercara. Los tatuadores, como en sincronización, se pararon y pusieron sus pollas sobre la cara de mi novia. Como poseída, comenzó a lamer sus glandes, como si se tratara de unas chupetas. Las sorbía, mordía sus bolas y trataba de comerse las dos pollas a la vez.Yo mientras tanto, puse mi pene en la entrada de esa vagina peladita y húmeda, y sin pensarlo dos veces me sumergí en ella. Mi novia gemía en un murmullo, dos pollas en su boca y una en su sexo.Puse sus piernas sobre mis hombros y la bombeaba con todas mis ...

... fuerzas, apretando sus tetas mientras veía cómo le follaban la boca. Mi novia se detuvo, se levantó y sentó a mi tatuador en la misma silla donde me había tatuado minutos antes.- Ahora sí te pagaré por el tatuaje -, le dijo mientras se iba sentando sobre esa polla que se perdía entre sus piernas.Esa era su especialidad, cabalgar como una potra salvaje. El otro tatuador y yo veíamos como mi novia abrazaba a su macho por el cuello, le ponía las tetas en la boca para que se las mamara, mordiera y le pedía que le agarrara las nalgas. - Apriétame el culo -, le decía mientras movía las caderas de arriba a abajo, de lado a lado.El otro tatuador, aprovechó la ocasión de ver el culo de mi novia abierto para lamérselo. Le estaba comiendo el culo, mientras yo solo veía a mi novia gozando con esos dos hombres.Mi novia gemía, prácticamente gritaba. Todos éramos un coro de gemidos y sudor. Cuando estaba a punto de correrse, se bajó de la polla del tatuador y se acostó de nuevo en la camilla.Comenzó a meterse uno, dos, tres dedos en la concha mientras nosotros nos masturbábamos extasiados. Los tres chorros de leche salieron prácticamente al mismo tiempo.Mi novia también tuvo su orgasmo, llena de semen, sudor y con una cara de placer que casi nunca volví a ver.Me hizo un regalo que terminó siendo para ella.