Cena en el bar de la esquina
Fecha: 10/10/2017,
Categorías:
Sexo en Grupo
Sexo con Maduras
Voyerismo
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
... encontró el acceso a su concha y se la fue dilatando despacio, a medida que hundía poco a poco esa dura pija; mientras ella dejaba de gemir y de moverse, ahora solo resoplaba y jadeaba cada vez más alto.Una vez que la ensartó por entero; el hombre le sacó la verga casi en su totalidad, para volver a metérsela nuevamente hasta el fondo, repitiendo la operación una y otra vez, cada vez a un ritmo mayor y con más dureza.Mientras el primero la cogía, los demás contemplaban ansiosos la escena. Uno de ellos le quitó el vestido a Ana por la cabeza y comenzó a sobarle sus hermosas tetas. Otro trajo un cuchillo y desgarró la tanga de seda, guardándose los pedazos de tela como recuerdo…Mi dulce Ana quedó entonces desnuda; vestida solamente sobre sus zapatos de taco aguja.Desde la silla donde me había despatarrado sin poder moverme, yo podía ver a ese hombre bombeándola cada vez con más frenesí y el cuerpo de Ana temblando sin control, mientras sus gemidos iban in crescendo…Por la humedad que podía ver en su concha cada vez que el tipo se la sacaba por completo, podía imaginarme que ella lo estaba disfrutando…Los demás ya se habían desnudado y esperaban pacientemente su turno.A todo esto el que se la estaba cogiendo le estaba dando un ritmo de locura al mete y saca. Ya animado por el aliento de los otros, le clavó las manos por debajo del culo y la levantó de la mesa, anunciando que iba a acabar.De repente se quedó quieto y alzó la mirada hacia el techo. Supe que le estaba llenando la ...
... concha de semen a mi esposa. Le sacó la verga todavía chorreando leche y se la limpió sobre los dilatados labios vaginales de Ana.Enseguida un segundo hombre quiso ocupar su lugar y se colocó entre los muslos de Ana; sosteniéndose su enorme con ambas manos. Le apuntó entre los labios vaginales, pero enseguida la sacó. Se quejó al primer hombre, diciendo que había dejado a mi mujer totalmente sucia y pegajosa con su semen desparramado en su pubis. Agregó que ya no metería su verga por allí. Pidió ayuda para girar el cuerpo de Ana.La voltearon entre todos sobre la mesa; dejándola apoyada sobre su vientre y con las pies apenas tocando el suelo. El firme y redondo culo de mi esposa quedó entonces en pompa y listo para cualquiera cosa…Me temí lo peor, pero yo no estaba en condiciones de levantarme de esa silla para intentar detener todo eso. O tal vez, no tenía ganas de hacerlo…Mientras los que estaban adelante estiraban y sujetaban sus brazos para que Ana no se moviera, el que había quedado atrás le separó las nalgas y apoyó la cabeza de su tremenda chota sobre la estrecha entrada anal…Se inclinó hacia adelante y el muy hijo de puta le susurró al oído que se quedara quieta y se relajara, para poder disfrutar esa verga en el culo.El tipo comenzó entonces a apretar esa gruesa cabeza contra el estrecho ano de mi delicada esposa, pero no terminaba de hacerlo entrar. Ana empezó a maullar como si fuera una gata, sintiendo lo inevitable: una tremenda verga pugnaba por abrirle el culo ...