Diario de una viuda
Fecha: 13/10/2018,
Categorías:
Confesiones
Infidelidad
Autor: dalo85, Fuente: CuentoRelatos
... puse nerviosa, quería irme ya a mi casa, pero no sé, Roberto tiene algo que, lo hace amoroso, tierno, y sobre todo atractivo. Yo: Roberto, sabes que soy una mujer casada, y tú por más problemas que tengas con tu mujer, no vale que le hagas eso, lo que te puedo decir es que, así como yo te gusto, porque no haces lo mismo con tu mujer, para que se reconcilien Roberto: Hasta para decir las cosas, eres hermosa, sabes, cuando te dije que tengas aventuras, es porque a mí me encantan las mismas, y quiero no hacer una aventura, sino una historia contigo Alfi. Se me acercó para besarme, me puse muy nerviosa, lancé un suspiro, y le dije: Yo: Espera, no sé, pero, al verte... tú me enloqueciste... Y le clavo semejante beso, que no sé cómo, pero lo estaba besando, así como lo hacía con Alejandro, mi esposo fallecido (aún vivo en esa época), él me besaba muy bien, como todo un macho, sin duda, Roberto, es un excelente besador, entre besos y besos, me comenzaba a meter mano, primero en mis pechos, luego en mis piernas, y acariciaba con fogosidad mi trasero, mientras él me abrazaba, sentía un gran pedazo de carne en mi vientre, que sin duda, eran de esas que me gustaban mucho. Yo: Roberto, quiero que me hagas tuya hoy, quiero sentirte cómo eres, y demostrarte que soy mejor mujer, tener tu pene dentro de mí... Roberto: Cosita rica, ven conmigo. En ello, Roberto me levanta, con mis brazos rodeo su cuello y con mis piernas rodeo su cintura, que rico que mi hombre, Roberto me lleve así, ...
... abrazada y entre besos y besos, y con mis nalgas, sentía su gran pene, aun oculto en sus pantalones, en eso llegamos a su gran cuarto, así, cargada y abrazada a él, me seguía besando, me pone de pie, y comienza a desnudar mi cuerpo, primero me quita el saco, besa mi cuello, hombros, la mitad de mi vestido estaba a la altura de mi cintura, con mi brazier negro, que sensualmente me lo quita, y deja a su vista mis medianos seno, que él los chupaba como un hambriento, Roberto: Alfonsina, mi cosita rica, que ricos senos que tienes, me los voy a comer ambos a la vez... Yo: ah si mi Roberto, cómelos nomas, son tuyos, hazme el amor, así, aaaahhh. Sin perder tiempo, juntó mis tetitas, como para unir ambos pezones erectos, producto de mi excitación, y los chupó rico, lo hacía con una sensualidad, que ni Alejandro me los hacía tan bien, siguió besándome hasta llegar a la altura de mi cintura, bajó lo que me quedaba de mi vestido ajustado, dejándome en tanga, acariciaba mis piernas, que tenían mis pantimedias negras, yo seguí al desnudarlo, al quitarle su camisa, noté que su torso, a su edad, está bien trabajado en un gimnasio, luciendo sus abdominales marcados, bajé su pantalón, junto con sus bóxer, y vi una vergota, sin duda, del mismo tamaño, o un poco más grande que la de mi difunto Alejandro, Roberto: te gusta cosita rica mi verga... Yo: uhmmm, que rica y grande la tienes, sin duda me gusta, quiero comerla yaaa Nos besamos, él desnudo y yo, solo tenía mi tanga puesta, él baja hacia mi ...