Todo queda entre amigos - Relatos Eróticos

Todo queda entre amigos

... digiriendo tu dedo... o metiendotela ahi dentro Dios, apuesto a que estás tan jodidamente apretado y sólo puedo imaginar lo que te gustaría sentir en mi pene-. Su voz era áspera y respiró con dificultad entre las palabras, esa respiracion le daban motivacion a Ken para seguir metiendose un dedo cada vez mas adentro, y cuanto mas adentro, mas gemia con intensidad - Puedes parar si duele-. señaló Daisuke y Ken respiró hondo, sacudiendo la cabeza mientras empujaba su dedo en el resto del camino Ken no queria relajarse en este momento. Había mucho dolor mezclado con placer y no queria sacarlo, movió su dedo un poco, gimiendo en silencio antes de morder su labio inferior para mantener los ruidos en forma de gemidos -¿Ken? - ¿Mm? Ken jadeó, dejando que su cabeza volviera a caer sobre la almohada. Miró hacia el techo con las lágrimas en los ojos y la mano detrás de él, escuchando su propia respiración áspera mientras esperaba una respuesta. Daisuke se quedó callado un momento antes de decir - Puedes parar -. Se preocupaba mucho por él y pensaba que meterse un dedo el mismo le estaba matando de dolor -No voy a parar, me siento muy bien -Parece que te duele-. La voz de Daisuke era pesada de preocupación y Ken se rió en voz baja, sacudiendo la cabeza mientras empezaba a introducir y sacar el dedo. Una repentina sacudida de dolor se intensificó espina dorsal de Ken y lloriqueó, solo queria ver como Daisuke se preocupaba, amaba sentir que estaba ahi para él pero mas ababa el placer que ...

... sentia su cuerpo,el placer era cada vez más fuerte esta vez, y siguió moviendo lentamente su dedo. no queria que aquel dolor placentero acabara nunca -Oh ... oh, Dios.... - ¿Qué es, Ken?-. Pretunto Daisuke otra vez, su voz al borde del pánico. Ken tarareó y comenzó a moverse contra su mano, gimiendo, cuanto necesitaba esto... -Eres todo un loquillo - Eso fue algo bueno, ¿verdad? -. Preguntó Ken en su papel de inocente mientras sacaba el dedo y presionaba otro contra su agujero junto a él, respirando profundamente por su nariz. Deslizó los dedos lo más lentamente posible, apretando los dientes mientras el dolor volvía a aumentar -Otra vez Daisuke, quiero más -Ve despacio ¿de acuerdo? No hace falta que te lastimes ahora. Con un gesto de asentimiento, Ken obedeció las palabras, e mpezó a empujar los dedos lentamente, deteniéndose cada vez que el dolor y el estiramiento se hacían demasiado, pero luego los movía de nuevo. Ken tardó unos minutos en meter toda la longitud de sus dedos en el interior y una vez enterrados profundamente en su agujero, el muchacho rodó sobre sus rodillas. Un fuerte gemido salió de la computadora portátil y Ken se motivó dejando escapar un suspiro tembloroso mientras se sentaba sobre sus rodillas, extendió las piernas, dándole a Daisuke una mejor visión de su mano, y empezó a empujar los dedos dentro y fuera lentamente, dejando salir gemidos tranquilos. Todo estaba empezando a sentirse asombroso y Ken dejó caer su cabeza sobre su antebrazo, mordiendo su ...